lunes, 23 de enero de 2012

One shot: Rebel Yell

ONE SHOT



Es dulce, carismático, rebelde, sigue sus sueños y no se doblega ante nada ni nadie. Es un pequeño ángel al que no le gusta la esclavitud, pero desde que lo conocí yo soy su fiel y rematado esclavo ¿Qué se le puede hacer?





-No recuerdo tu nombre ¿Cómo dijiste que te llamabas?

-No te lo eh dicho. –Le sonreí burlonamente.

-Touché.



By: IsiswOnkavOnkauLitz



Él es de lo que no hay, es una explosión de sentimientos, adrenalina, todo lo que necesitas para ser feliz. Es como la heroína, una vez que lo conoces y lo pruebas te das cuenta de que ya no podrás vivir sin él. 


Es dulce, carismático, rebelde, sigue sus sueños y no se doblega ante nada ni nadie. Es un pequeño ángel al que no le gusta la esclavitud, pero desde que lo conocí yo soy su fiel y rematado esclavo ¿Qué se le puede hacer?

Y ahora está aquí, recostado a mi lado, durmiendo placida y tranquilamente.

Nunca podré olvidar la primera vez que lo vi, vestimenta negra, cadenas, picos, chamarra de cuero, kilos y más kilos de maquillaje, cabellos electrizantes y mirada seductora. Rockero sin duda alguna, al igual que yo.

Caminaba y todos lo notaban, era una aparición, un ángel caído o al menos eso pensé hasta que habló.
-¿Disculpa aquí va la fila? –Seguro parecería idiota al no contestarle, pero me tomo por sorpresa y me dejo sin habla.

Era real.

-Eh, eh… sí. –Dije una vez que salí de mi trance personal ¿Cómo un ser tan celestial podía hablarme?

-¿Te gusta AC/DC cierto? –Dijo mirando la playera que llevaba.

-Ídolos sin duda alguna.- Contesté sacando la cajetilla de cigarros que traía en el bolsillo trasero de mi pantalón.

-Buena elección. –Se recargo en la pared a un lado de mí y a modo de cortesía le tendí un cigarro el cual él acepto de inmediato. Rápidamente saque el mechero de mi chaqueta y encendí su cigarro y el mío, cerró los ojos mientras daba una calada y sacaba el humo, parecía que fumar le resultaba tranquilizante… ¿Cómo demonios podía ser tan sexy  ese simple gesto?

Me sentí un completo idiota cuando abrió los ojos y notó que lo observaba atentamente.

-¿Cuánto tiempo llevas esperando aquí? –Habló de nuevo.

-Cerca de media hora, no es como si me importará mucho quedar adelante. –Él asintió.

-No recuerdo tu nombre ¿Cómo dijiste que te llamabas?

-No te lo eh dicho. –Le sonreí burlonamente.

-Touché. –Sonrió mientras escondía su hermoso rostro entre las finas capas de su cabello. Parecía sonrojado.

-Andrew, pero me puedes llamar Andy. – Él levanto la cara, aún seguía sonriendo.

-Bill, y me puedes llamar Bill. –Dijo a modo de juego mientras me guiñaba un ojo seductoramente, desde ahí supe que eso era un juego, y lo peor era que había perdido rendido ante él.

Las horas pasaron y estábamos a punto de entrar al recital de nuestra banda favorita, en todo el rato que estuve con él pude notar que él no era igual que los demás, él era algo diferente, todo lo que buscas en alguien a quien puedas amar, pero mejorado.

Las luces se apagaron, los riffs comenzaron a sonar y las personas en el auditorio hicieron un infierno de concierto, pero yo simplemente no podía despegar mis ojos de él.
Su forma de cantar acompañando a M. Shadows era hipnotizanté, su forma de moverse al compas de la música lo era aún más. Estar en una presentación de Avenged Sevenfold era mejor con su compañía.

De repente notó que lo veía y me miro sonriente, no pude hacer más que corresponder su sonrisa y  de ahí no supe de que manera acabamos en mi auto, él al lado mío mientras yo conducía sin rumbo alguno.

-Nos meteremos en problemas, tu novia querrá golpearme. –Decía mientras encendía la radio. Estaba seguro que eso era lo que menos le importaba.

-Tan solo que las muñecas inflables que traigo en la cajuela tomen vida, será la única forma en la que podrías salir lastimado. –Ambos reímos fuertemente. Era de noche y hacia un frió de cojones, mucho más cuando te encuentras conduciendo un auto descapotable, pero nos estábamos divirtiendo y eso era lo que importaba.

De pronto su celular comenzó a sonar y el solo lo apago.

-¿Tendré problemas con tu novio cierto? – Hice un puchero fingiendo preocupación que a él le dio risa.  El era gay, me lo había confesado mientras estábamos en la fila del concierto.

-Tranquilo nene, tengo licencia para amar – se acerco lentamente a mí, yo iba reduciendo la velocidad del automóvil, no quería que tuviéramos un accidente. – y si se acaba ruega ayuda al cielo. –Guiñó su ojo mientras depositaba un suave beso en mis labios. Solo él y yo sabíamos lo que eso significaba, era como si nos conociéramos de toda la vida. Él me complementaba.


-Oh Dios mío, amo esa canción. –Subió el volumen a todo lo que daba. De seguir así la policía nos detendría al pensar que estábamos borrachos, drogados o algo por el estilo, pero no era así. Comenzó a cantar mientras se movía como loco en el asiento delantero, se veía tan feliz. Yo solo me reía de todas las locuras que iba haciendo.

- So take your hand in mine, It's ours tonight… This is a rebel love song! –Se inclino en el asiento del auto mirandome. – ¡Oh vamos! ¡Yo se que te la sabes!

-No es de mis bandas favoritas Bill –Hizo un puchero que me pareció jodidamente tierno. –Está bien… Hearts will sacrifice, It's do or die… - Junto su mano izquierda con la mía y sentí como mi cuerpo era invadido por electricidad, miles de cargas de electricidad con ese simple toque.

-This is a rebel love song –Cantamos ambos, termino la canción y aún así no despego su mano de la mía.

Llegamos a una gasolinera, nos bajamos y yo me encargue de llenar el tanque del auto.

-¿A dónde se supone que vamos Andrew? –Pregunto acercándose a mí.

-No lo sé –Contesté con sinceridad -¿Importa? –Lo rodé de la cintura y lo pegué a mí, él alzo sus brazos y los pasó por atrás de mi cuello juntando sus labios con los míos.

-Sonará de locos, se que apenas nos conocemos, pero no me importaría recorrer mil millas sin rumbo fijo contigo. –Susurró contra mis labios, me volvía loco.

Cuando el tanque estuvo lleno subimos y emprendimos camino de nuevo hacia nuestro rumbo desconocido, pensaran que somos unos locos pero ¿Qué el amor no va de eso? ¿De hacer locuras y no tener ni una jodida respuesta que justifique tus actos así sean estúpidos o incomprensibles para las demás personas?

A lo lejos se veía un hotel y Bill me dijo que parara ahí.
-¿Estás seguro? –No quería que hiciera cosas de las que luego se pudiera arrepentir o pensará que era un aprovechado.

-Nunca estuve más seguro en mi vida.

Rentamos una habitación y esa fue la primera vez que lo tuve conmigo, entre mis brazos. Mientras hacíamos el amor no podía evitar dar gracias al cielo por ponerme a esté hermoso ángel enfrente; ahora me daba cuenta de que Dios, o lo que fuera que lo haya mandado a mi camino, existía.

-Maaaaás… más por favor –Gemía mientras tenía mi miembro dentro de él, moviéndome lentamente, no quería lastimarlo.  Era medianoche y el gritaba más, más y más… eso me ponía mucho.

-Oh Dios…-Gruñí, el solo enterró sus uñas en mi espalda mientras erguía su cuerpo. Ambos estábamos sudados y agitados, cayendo en el deseo de comernos uno al otro.

-Andy… ¡Jodeeer! –Grito una vez que ambos alcanzamos el clímax al mismo tiempo. Salí de él y me deje caer a su lado.

-Cuando te vi pensé que eras un ángel, un ángel caído. –Susurré contra su oído. Su pecho sudoroso se encontraba junto al mío.

-¿Y si lo fuera? ¿Qué harías? –Cuestionó, una sonrisa apareció en su cara.

-Si lo fueras… -Me lo pensé, pero claramente sabía lo que le contestaría. –Vendería mi alma por ti, solo para estar contigo. –Entonces nos besamos, se pegó más a mí si es que era posible y cerró los ojos. –Duerme mi pequeño ángel. –Susurré cerca de su boca y él sonrió entre sueños.

Desde ese día fuimos inseparables, nunca más nos despegamos uno del otro, a donde él iba yo también lo hacía. Antes era un chico que le valía la vida y me importaba una mierda so lastimaba a los demás, pero él llegó y me cambió por completo.

¿Qué te hizo libre y te trajo hacia a mí pequeño ángel?... Hasta ahora no se la respuesta. Lo único que sé es que lo amé desde el primer instante en que lo vi, lo amo con todo mí ser y lo amaré hasta que el mar deje de ser salado y los dioses del rock mueran. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario