¡Hola!, aquí un nuevo capítulo de la historia. Gracias por la paciencia y por su apoyo.
CAPÍTULO 42: CONCLUSIONES.
Últimamente el trenzado no se
sentía para nada bien. Eran apenas las ocho de la mañana y sentía que iba a
vomitar el pan tostado que se había comido antes de subir al auto para ir en
busca de Bill, era muy extraño, por lo regular no era de estómago sensible, así
que la comida nunca le hacía daño ni nada por el estilo.
Entraba a trabajar temprano, pero
antes de hacerlo pasaba a recoger a Bill a su departamento como cada mañana ya
que trabajaban en la misma empresa. Llevaban casi tres meses juntos y las cosas
iban viento en popa entre ellos, tanto que hasta muy pronto se mudarían a vivir
a un departamento ellos solos, ansiaban estar juntos a cada momento.
Llegó al departamento de Bill y
se estacionó frente a su puerta, ni siquiera tuvo que sonar el claxon ya que el
pelinegro que tanto amaba salió de inmediato. Bajó la ventanilla polarizada de
su auto y Bill le dirigió una tierna sonrisa, simplemente se desarmaba cada que
su novio hacía gestos tan simples como ese, pero que le robaban el aliento.
Subió al auto y de inmediato lo
besó. El beso era lento y acompasado, ambos sabían que ninguno de los dos iría
a ningún lado al que no fuera el otro.
—Llegaremos tarde, Tom…—trató de
hablar el pelinegro mientras seguía pegado a los labios de Thomas.
—George es mi jefe, ¿lo olvidas? Que
le den por culo al cabrón— una vez dicho esto, siguió besándolo.
—Já, Andy estará feliz de darle por
culo, créeme. —ambos comenzaron a reír.
—Está bien, vámonos, solo te quería
saludar como es debido. —Tom le guiñó el ojo derecho y esbozó esa sonrisa
traviesa que a Bill le ponía los pelos de punta. Cuando hacía eso se parecía
mucho al Tom que conocía cuatro años atrás, pero mejorado. Estar con él era
simplemente mágico, todo con él valía la pena.
El trenzado arrancó el auto y emprendieron
camino hacia las empresas que eran propiedad de la tía política de Tom, la mamá
de George. Bill a estas alturas del partido se había dado cuenta de que el
destino siempre lo llevaba hacía Tom, no importaba qué decisión tomara,
acababan juntos; y lo comprobó cuando se enteró del parentesco que tenía George
con Thomas, la misma empresa que lo había contratado en E.U.A. era de la
familia de Tom, aunque él no lo sabía, si no él no habría aceptado el trabajo.
Qué suerte que no lo había sabido en
ese entonces, de otro modo, quizá no estaría con él viviendo esa hermosa
experiencia que era tenerse el uno al otro, sabiendo que el amor que se
profesaban era recíproco.
—Tom—habló el pelinegro mientras iban
en el auto, el aludido lo volteó a ver.
—¿Qué pasa, nene? —le echó un vistazo
rápido para que Bill supiera que tenía su atención.
—Tengo hambre. —el trenzado lo miró
confundido.
—¿Acaso no desayunaste?
—Sí, me comí prácticamente mi desayuno
y el de Andy, pero al parecer sigo con hambre —terminó de decir y de inmediato
el sonido de sus tripas gruñendo lo secundaron, ambos comenzaron a reír.
—¿Quieres que me detenga a comprarte
algo? —preguntó sonriente.
—Pues ya que estás de ofrecido, tengo
ganas de unos nachos con súper extra queso. —dijo Bill entusiasmado.
—Está bien, en la siguiente tienda
paramos y te compro eso. —su novio asintió. A Tom se le hacía muy raro que Bill
quisiera unos nachos con súper extra queso a esas horas de la mañana, aún más
después de haber desayunado tanto y dejar al pobre e indefenso de Andreas
descompensándose de hambre en su departamento, simplemente no era normal en
Bill, él nunca tenía tanta hambre.
Llegaron a al 7/eleven y Tom estacionó
el auto.
—¿Alguna otra cosa? —dijo antes de
salir.
—Sí, también una malteada de
chocolate, por favor. —si ya se le habían ido las náuseas, ahora habían
regresado de nuevo y con más ganas, solo a Bill se le podía ocurrir comer
nachos con malteada de chocolate. A pesar del malestar estomacal que sintió, no
dijo nada y bajó por las cosas.
Regresó al auto una vez que había
comprado lo que quería su novio, Bill lo esperaba ansioso, en verdad parecía
que se podía comer un caballo en esos momentos.
—¡Yeei! —aplaudió una vez que Tom se
los tendió para que los tomara. Bill se dispuso a comerlos de inmediato y
sucedió lo que Tom tanto estaba conteniendo. Le vinieron arcadas de repente y
tuvo que bajar corriendo de su auto e ir a vomitar donde Bill no lo viera, ya
que él también era muy asqueroso en ese aspecto. Bill bajó de inmediato del
auto en busca de su trenzado.
—Tom, ¿estás bien? —preguntó muy
preocupado, éste le hizo un gesto con la mano para que se alejara ya que
continuaba vomitando. —¡Dios!, ¿qué hago?... —decía Bill muy nervioso— ya sé,
iré a traerte agua, o tardo.
Salió corriendo y entró de nuevo al
7/eleven en busca de agua, regresó de inmediato, pero Tom ya había dejado de
vomitar.
—¿Cómo estás?, ¿te sientes bien? ¿te
llevo con un doctor? —Tom sonrió levemente, era en parte tierno ver a Bill así
de preocupado por él, hasta de su hambre se había olvidado.
—No te preocupes, estoy bien, seguro
es algo que comí y me hizo daño. —le dijo para tranquilizarlo. Bill asintió.
—Está bien, pero en serio creo que
debemos ir a ver un médico. —Bill le tendió el agua y Tom comenzó a enjuagarse
la boca con esta.
—Yo pienso lo mismo, te he estado
observando, Billy, y no se me hace normal que de un tiempo para acá estés
comiendo tanto. —el pelinegro se le quedó viendo.
—¿Acaso me estás diciendo gordo,
Trümper? —preguntó ofendido. Tom lo miró con los ojos entrecerrados aguantando
la carcajada que quería salir de su boca.
—No, yo no…—empezó a decir entre
risitas y Bill lo interrumpió.
—Sí, ahora búrlate —dio media vuelta y
se encaminó de nuevo al auto, Tom lo siguió como es lógico —y yo, preocupándome
por ti y tu salud, y tú me sales diciéndome que estoy engordando.
La situación era demasiado cómica, ver
a Bill ofendido por algo tan simple no se veía todos los días.
—Yo nunca dije que estuvieras gordo—
el trenzado lo alcanzó antes de que subiera al auto y lo abrazó, Bill se
resistía y a Tom le daba más risa —solo dije que estás comiendo mucho más que
antes, eso no es normal en ti.
Bill comenzó a despotricar de nuevo,
pero Tom ya no lo escuchó, su cerebro o lo que tuviera ahí arriba, comenzó a
sacar posibles conclusiones.
Número uno: Bill estaba ingiriendo
toda la comida que podrían comer dos personas fácilmente desde hace unos días a
la fecha.
Número dos: él no era de estómago
sensible y minutos antes había devuelto el pan tostado que había tomado por
desayuno, solo por cumplir el antojo de Bill. Ver cómo comía tan ansiosamente
esos nachos le había revuelto aún más el estómago.
Número tres: últimamente estaba un
poco sensible, y, a pesar de que las cosas iban muy bien entre ellos; de
repente a Bill le entraban sentimentalismos con cualquier cosa que él dijera,
como en ese momento, tal cual las embarazadas.
¡ESPEREN! SÍ, ¡ANTONJOS! ¡EMBARAZADAS!
Tom se llevó la mano a la cabeza de
repente y una gran sonrisa iluminó su rostro.
—¿Ves? ¡ni siquiera me estás
escuchando lo que te digo y todavía te ríes, pedazo de idi…!—Tom lo calló de
pronto con un beso, Bill se alejó un poco de él pero de inmediato Tom unió sus
labios con los de él.
—Ni creas que con un beso lo arreglas.
—comentó dispuesto a subirse de nuevo al auto, pero Tom lo tomó de los hombros
impidiendo que avanzara. La sonrisa no se había quitado ni un instante de su
rostro.
—¡El que no quiere ver eres tú! —Bill
se le quedó viendo confuso. —Piensa, tú no eres de comer tanto y solo de la
noche a la mañana te podrías comer una vaca, yo vomito de repente solo por
verte comer nachos y ahora tú estás más sensible que Paris Hilton en sus días. —Bill
se llevó las manos a la boca, ¿acaso Tom le estaba sugiriendo lo que él estaba
pensando? —además de que tú puedes embarazarte y bueno, nosotros nunca usamos
protección… ya sabes —Tom lo miró divertido.
—¡DIOS! —comenzó a gritar eufórico
Bill mientras daba pequeños saltitos de emoción. —¡ESTOY EMBARAZADO! ¡VAMOS A
SER PAPÁS! ¡OH, DIOS!—se lanzó a los brazos de Tom y se besaron con más amor
que nunca. La vida les sonreía después de tanto que habían sufrido, ahora
verían su amor consolidado en una pequeña criaturita indefensa a la que ya
sentían que amaban incluso antes de nacer.
—¡Te amo, Bill! Me haces el hombre más
feliz de la tierra. —los ojos de Tom se llenaron de lágrimas y eso era
sumamente especial ya que el trenzado casi nunca lloraba. Bill no pudo evitarlo
y también resbalaron lágrimas de felicidad mientras sonreía.
—Seremos la familia más feliz de la
tierra, amor. —se volvieron a besar, así se debía de sentir estar en el
paraíso.
—Márcale a George, dile que hoy no
iremos a trabajar, que primero tenemos que ver si será tío o no. —una vez dicho
esto ambos subieron al automóvil y emprendieron camino hacia el consultorio del
doctor que le había hecho el procedimiento para que se pudiera embarazar a
Bill.
Estaban casi seguros de que el pelinegro estaba embarazado, pero ahora
querían que se los confirmaran para que su felicidad fuera completa. En el
transcurso hacia el consultorio, Bill le marcó a George y le contó sus
sospechas de embarazo, lo cual puso al novio de Andy muy feliz, no se quería ni
imaginar cómo estaría de contento el rubio.
Una nueva etapa estaba frente a ellos,
y esta vez nada los separaría, porque esta vez era para siempre.
***
—¡¿QUÉ?! ¿ES EN SERIO? ¡No juegues con
eso, Geo! —dijo muy emocionado el rubio del otro lado de la línea. No habían ni
pasado cinco minutos desde que Bill le había marcado a George y este de inmediato le había marcado a su
novio para decirle las buenas nuevas.
—De verdad, Bill me acaba de hablar,
va de camino al consultorio de su médico para que les confirme si lo está o no,
aunque ellos presienten que sí.
—Oh por dios, tengo que comprar globos
de felicitación para recibir a Bill, quizá una cena, ¡qué sé yo! —Andy
hablaba muy rápido, saber que su mejor amigo tendría un hijo era la mejor
noticia que había recibido en mucho tiempo, ahora la felicidad de Bill estaría
completa.
—Amor, sé que te da mucho gusto y eso,
pero quizá deberíamos de esperar a que se lo confirmen a Bill, y de ser así,
creo que primero deberían de festejar ellos dos solos, como la pareja que son. —George
siempre aconsejaba al alocado de su novio.
—Sí, tienes razón… pero de igual manera
vamos a festejar mañana juntos —George sonrió, con su novio no se podía,
simplemente seguía sus emociones y eso le encantaba.
—Bueno, entonces nos vemos en la noche
y planeamos como celebraremos —Andreas asintió, lo que era inútil ya que se
encontraban hablando por celular —aunque te advierto, nada de alcohol, Bill no
podrá.
—Lo sé, no estoy tan loquito, novio
perfecto.
—Sí, soy perfecto, es bueno que sepas
que tipo tan galán calienta pollas tienes por novio. —y aquí salía su lado
egocéntrico, Andy simplemente lo amaba.
—Tonto, ya mejor ponte a trabajar. Te
amo.
—Te amo más, al rato voy a verte. —y
colgó.
Andy salió apresurado a la tienda de
regalos, llenaría el departamento con globos de felicitación para Bill, sabía
que amaría el detalle, seguro que sería el tío más consentidor del mundo.
***
La emoción de minutos atrás ahora se
había convertido en nerviosismo, o al menos por parte de Bill.
Le habían explicado al médico todos
los síntomas que había presentado Bill, y este le había dicho que lo más
probable era que sus sospechas de embarazo fueran ciertas, pero para
cerciorarse le había realizado unos estudios. Ahora estaban a la espera de lo
que estos dirían y Bill tenía los sentimientos revueltos, estaba muy feliz y
muy preocupado a la vez, y también muy hambriento.
Tom también le había contado de los
ascos y el vómito de esa misma mañana, a lo que el médico le había dicho que
era normal, que era el síndrome de Couvade y que muchos hombres lo llegan a
padecer mientras su pareja está en estado de gestación.
Bill y Tom se encontraban sentados
dentro del consultorio del médico, estaban esperando a que este llegara con los
resultados.
—Tranquilo, todo va a salir bien. —le
dijo Tom apretando su mano. Los análisis que le habían realizado se los habían
hecho en calidad de urgentes, no querían esperar ni un minuto más para saber si
estaba embarazado o no.
De pronto el médico ingreso a la
habitación muy serio. Tom apretó más fuerte la mano de Bill para darle fuerza
ante lo que sea que fuera.
—¿Qué pasa, estoy embarazado o no? —preguntó
desesperado.
—Lo siento, señores, pero a partir de
ahora van a empezar las develadas, los antojos, mareos y los dolores de
espalda, ustedes dos serán papás. Estás embarazado, Bill. Felicitaciones.
Bill se levantó al mismo tiempo que
Tom y este le dio un rápido beso en los labios y lo abrazó.
—¿Y cuánto tiempo tengo, doctor? —preguntó
el pelinegro tomando asiento de nuevo.
—Aproximadamente diez semanas de
embarazo. —Bill suspiró. —Tranquilo,
todo va a salir bien, ya van varios chicos que tienen hijos por este método y
nunca ha pasado nada malo. No tengas miedo, dentro de unos meses tendrán un
hermoso bebé.
—Y yo te cuidaré de todo, Billy, todo
va a salir perfecto. —el aludido asintió.
—Estoy muy feliz, no puedo creer que
esto en verdad este pasando. —su sonrisa irradiaba felicidad en todo su
esplendor. Claro que tenía miedo, y mucho, pero era lo mejor que le podía estar
pasando y mucho más teniendo a el amor de su vida a su lado.
La vida les sonreía y ellos
disfrutarían de esa etapa al máximo.
Bien, esto fue todo por hoy, ¿les gustó? ¿dudas? ¿comentarios? lo que sea es bien recibido.
¡Y BILL ESTÁ EMBARAZADO! ¿Se lo imaginan? Ahora sí que va a comenzar lo bueno para estos dos.
A la historia no le quedan muchos capítulos, y ya llevo los últimos avanzados, así que el próximo domingo subiré capítulo nuevo. Gracias por leerme.
Y para las que tienen ask.fm y me quieran preguntar algo, lo que sea cuando estén aburridas, aquí les dejo el mio :http://ask.fm/MacPineda
Nos leemos luego. Besos.
No lo puedo creer, ya pego chicle ese Tom!! En tan poo tiempo!! Jajaja donde pone el ojo pone la bala jajaja
ResponderEliminarMe alegro mucho este capitulo, ha asentado mucho la historia de amor de estos dos, ya todo va bien :)
Pero que paso con Jared, aun quiero saber de el y Robert.
Nos vemos en el proximo...
Lily.
Jajajajaja sí, ese Tom anda todo potente. xDDD
EliminarEn el próximo capi se verá más de Robert y Jared, claro que no dejaré de lado a esos dos. :)
Muchas gracias por leerme y el apoyo. <3
Saludos Lily. :D
Ayyyyyyy ya quiero saber como terminará esto, está tan bello!
ResponderEliminarla paciencia apremia hahahha
ojala les salgan unos chiquillos bellos
Saludooooooos, espero el próx para saber sobre Robert y Jared ;)
Hola! gracias por la paciencia que me han tenido, en serio. :-)
EliminarY bueno, ya en el próximo capital podrán leer más sobre Jared y Robert, yo tampoco me olvido de esos dos, créeme.
Muchas gracias por leerme. Saludos.
Adoro que Bill este embarazado! Era lo que les faltaba para complementar su felicidad, aunque la verdad no me lo esperaba, creí que terminaría en un regresaron y vivieron felices para siempre :)
ResponderEliminarOk espero pronto el.nacimiento de él pequeño
Jajajaja no, terminará con algo más que un "vivieron felices para siempre". Me alegra que te esté gustando el fic.
EliminarSaludos. :)
Adoro que Bill este embarazado! Era lo que les faltaba para complementar su felicidad, aunque la verdad no me lo esperaba, creí que terminaría en un regresaron y vivieron felices para siempre :)
ResponderEliminarOk espero pronto el.nacimiento de él pequeño
PORFAVORRRRRR continuala porfaa estoy en shock porque ví que hace meses no hay actualización T_T, tus historias son espectaculares :D
ResponderEliminarGracias, lo siento por tardar tanto tiempo en actualizar, pero subiré capítulo nuevo este fin de semana, por si gustas pasar a leer. Saludos.
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