sábado, 14 de diciembre de 2013

All that i want is you...

¡HOLA MUNDO!

Bueno, después de mil años, aquí me tienen con un capitulo nuevo que espero y les guste. Perdón por no haber subido capitulo antes, pero la universidad me tiene muy ocupada, por suerte, ahora estoy de vacaciones, así que por aquí andaré actualizando todos mis fics, al igual que en TH Ficcion. 

Sin más, ENJOY!

CAPÍTULO 40: No quiero volverte a perder.




Abatido, jodido y mareado, así estaba. Al parecer coger la borrachera más grande de su vida no le había ayudado en nada mas que para provocarle esa terrible resaca y dolor de cabeza, porque ahora, además de no saber a dónde había ido Robert para poder ir a buscarlo, tenía ese terrible dolor de cabeza y mareos.

Si en verdad quería que Robert regresara con él tenía que demostrarle que era alguien lo suficientemente maduro como para tomar buenas decisiones y enfrentar sus actos como el adulto que era, y esa borrachera que se había puesto no era un buen ejemplo de eso, y lo sabía.


***

Por más que le daba vueltas a toda la situación no lograba entender el por qué Jared había corrido a buscarlo a él cuando se suponía que estaría detrás de Bill, rogándole por su perdón. Nunca se habría imaginado que el ojiazul iría hasta el aeropuerto a buscarlo, porque eso solo querría decir que él le importaba más de lo que creía, y eso no podía ser posible, no con Jared.

El ojiazul siempre le había dejado bien en claro que a él lo quería mucho, pero que a Bill lo amaba con todo su ser, y él siempre había aceptado patéticamente ese hecho porque sabía que mientras el pelinegro estuviera alrededor, eso era lo único que podía obtener de Jared. Un doloroso amor a medias.

Ahora se arrepentía de no haberse dado su lugar desde un principio, de haber aceptado lo que Jared le ofrecía como “amor” cada que estaba enojado con Bill y él lo ayudaba a que se olvidara de sus problemas por un rato. Porque eso era él para Jared, solo “la persona que lo ayudaba a olvidar por un rato”; en cambio para él, Jared lo era todo.

Si tan solo fuera él en vez de Bill…

Exactamente no sabía cómo sentirse al respecto, porque aún recordaba como el ojiazul lo había mirado cuando lo vio a punto de partir, como si su mundo se comenzara a desmoronar de repente con su partida, y es que así había sido para Jared, pero Robert no se quería hacer esperanzas con el hecho de que el ojiazul hubiera corrido tras él para detenerlo, no se quería topar con la sorpresa que solo lo había impulsado a hacerlo el puro sentimiento de culpa. No quería su lastima.

¿En qué había estado pensando cuando había decidido aceptar ese viaje con sus amigos? Y es que por más que sus amigos intentaran animarle, simplemente no podía dejar de pensar en cierto chico de ojos azules. Y para colmo de males estaba el haber tenido que explicarles toda la historia a sus amigos, los cuales ahora odiaban a Jared mucho más de lo que él lo podría llegar a hacer en cien vidas. Era una suerte que sus amigos comprendieran su situación y no lo forzaran a salir, le daban su espacio para desahogarse y meditar toda la situación.

Ya llevaban dos días en Alaska y no había salido a ningún lugar desde que había llegado ahí con sus amigos, y con el frió que hacía lo único que quería eran los brazos de Jared para recostarse y sentirse protegido y seguro de nuevo. Era irónico que la persona que le estaba causando todo ese daño, también fuera la única que le podía poner fin a su agonía. Estaba jodido, como todos los que se enamoran, porque a pesar de todo el daño, él lo seguía amando.

***

No le había tomado ni cinco segundos pensarlo cuando Jared decidió que iría a ver a Robert a Alaska. Al principio no sabía cuál había sido el destino de Robert, pero después de investigar con un amigo de los amigos de Robert que por suerte también era su amigo, había podido saber a dónde había viajado el castaño.

Ahora se encontraba en un taxi directo al hotel en el cual le había dicho su amigo que Robert se estaba hospedando.

Rentó una habitación y de inmediato se puso a buscarlo por todo el hotel, pero no lo encontraba, ya que 
Robert casi ni salía de su habitación, solo lo hacía cuando le daba hambre y bajaba al restaurante, o a caminar un poco por ahí para distraerse.

El primer día se había quedado en el lobby todo el día para ver si lograba verlo, lo cual no había sucedido.

Pero este era un día nuevo, y estaba convencido de lo vería aunque tuviera que ir tocando de habitación a habitación o buscarlo por debajo de la nieve. Hacía un frío terrible, pero algo le decía que tenía que ir a esperar al restaurante y ver si se aparecía por ahí, ¿en algún momento tendría que comer, no? y como Jared bien sabía, Robert no era muy fanático de pedir la comida a la habitación.

Esperó alrededor de dos horas, cuando de pronto lo vio. Venía caminando solo, distraído en su propio mundo, se veía algo pálido, quizá por el frío, pero igual de hermoso que siempre.

Ahora que lo veía ahí, muy cerca de él, lo comían los nervios y no sabía qué hacer. ¿Qué le diría?, ¿Robert querría escucharlo o le daría la vuelta y pasaría de él? no quería ni pensar en eso, estaba muy arrepentido en verdad por haberse comportado como un auténtico gilipollas cuando Bill los había descubierto; y sabía que no era lo único por lo que le tenía que pedir perdón, sino también por ponerlo siempre en segundo lugar justo detrás de Bill, por haberlo tratado como si fuera el plato de segunda mesa, una simple recompensa.

Tomó rápidamente la carta del menú y se tapó la cara con esta como si la estuviera leyendo fervientemente, y por un orificio vio como Robert se sentaba dos mesas enfrente de él, de espaldas a donde él estaba.

Lo observaba atentamente, pero Robert se encontraba en su mundo, y Jared esperaba que estuviera pensando en él, aunque tenía la seguridad de que así era, porque él sabía que el castaño lo amaba a pesar de todo el daño que le había causado. Quería remediar las cosas con él, arreglar él mismo el corazón roto de Robert pedacito por pedacito, y eso haría costara lo que fuera.

Pasó una hora, cuando por fin Robert terminó de comer, pagó la cuenta y se levantó de su mesa justo para irse a encerrar a su habitación de nuevo. Jared esperó a que avanzara lo suficiente y él se puso también en pie siguiéndole el paso, esta vez no lo dejaría ir.

 El castaño tomó el elevador, iba solo, está era un perfecta oportunidad para hablar con él ya que no podría irse a ningún otro lado y tendría que escucharlo. Caminó lo más rápido que pudo y cuando las puertas estaban a punto de cerrarse, logró subirse al elevador. Y ahí estaban, frente a frente de nuevo, Robert se veía atónito, como si no pudiera creer lo que veían sus ojos.

—Robert… —habló el ojiazul primero, como un suspiro. El aludido tardó en responder, como si estuviera asimilando todo, pero después de unos segundos contestó.

—¿Qué… qué haces tú aquí?

—Vine a aclarar las cosas contigo, quiero que hablemos —dijo Jared suplicante.

—Creo que tú y yo no tenemos nada que hablar —contestó el castaño muy tajante, como si el ya hubiera decidido todo.

—No, dije que vamos a hablar y eso es lo que haremos —entonces Jared detuvo el elevador, Robert lo miró como si estuviera loco completamente.

—¡¿Estás loco?! ¡Pon eso a funcionar ahora mismo!

—No hasta que me escuches. Yo te amo. —Robert lo miró irónicamente, aunque por dentro su corazón estaba latiendo a mil por hora tras haber escuchado ese “YO TE AMO” de los labios de Jared.

—¿Y cómo estás tan seguro de que me amas a mí y no a Bill? —dijo con una sonrisa quebrantada.

—Porque nunca antes había estado tan aterrado de perder a alguien como de perderte a ti, nunca había sentido que el mundo me dejara de importar en absoluto como cuando te vi subir a ese maldito avión y llevarte lejos de mí, nunca me había sentido tan estúpido y la peor persona en el universo entero como cuando te vi llorar por lo que te hice. —Jared se acercó lentamente a él,  pero lo único que logró fue que Robert se pegará más a la pared del elevador, como si quisiera fundirse con ella.

—No hay amor de verdad en ti hacía mí, Jared… solo, solo es compasión, pero… no te preocupes, no hay problema que yo olvidaré todo y seguiré con mi vida, lejos de ti. —Habló sarcásticamente, pero el ojiazul no era ningún tonto y sabía que bajo esa sonrisa disfrazada no habían más que mentiras y dolor.

—Sé que mientes —le aseguró mirándolo fijamente a los ojos.

—Tú no sabes nada —Robert agachó la mirada, no podía contra esos ojos azules como el cielo, y menos teniéndolos tan cerca de él.

—Sé lo que siento por ti.

—Demasiado tarde.

—Te necesito a mi lado, porque no puedo imaginarme un futuro sin ti —dijo Jared con lagrimas reprimidas en los ojos— y estás en todo tu derecho de no creerme porque he sido un rematado estúpido, pero solo quiero que me des otra oportunidad —se acercó lentamente hacia Robert, acortando el muy poco espacio que los separaba. Robert lo escuchaba atentamente, también con lagrimas en los ojos, ¿cómo creer que todo lo que le decía era cierto? —quiero que me des otra oportunidad, porque sé que me amas de la misma manera en la que yo lo hago, aunque trates de negarlo.

—Yo… yo no te am…—trató de decir el castaño entre tartamudeos, pero Jared lo silenció poniendo su dedo índice sobre sus labios.

—Tú me amas y yo te amo a ti más de lo que te imaginas, ¿acaso eso no es suficiente para ti?

—¿Crees que podría funcionar algo entre nosotros de nuevo? Yo no quiero que estés conmigo solo porque Bill te dio por fin una patada por el culo y mucho menos quiero tu estúpida compasión, créeme que puedo estar perfectamente sin ti.

—Pero yo sin ti no puedo. No quiero amar a nadie más que no sea a ti, lo único que quiero hacer es despertar contigo a mi lado y escuchar tu voz diciéndome que me amas —entonces, Jared quitó su dedo de sus labios y lo besó dulcemente.

Al principio, Robert trató de resistirse y lo empujaba levemente, pero dejó de hacerlo de inmediato porque se dio cuenta de que eso era lo que quería, lo  que su corazón le pedía a gritos. A la mierda la lógica y todo el mundo.

Se besaron por algunos minutos más, y cuando la falta de aire se hizo presente, se separaron, mirándose con una sonrisita en el rostro.

—No quiero volverte a perder —le susurró el ojiazul al castaño mirándolo directamente a los ojos.

—Ni yo, así que no lo arruines.

***

—¡¿Qué tú hiciste qué?! —preguntó Thomas muy alterado.

—Sí, lo que oíste Tom… —dijo Bill algo apenado, aunque la verdad era que ya esperaba ésta reacción por parte del trenzado— me sometí a un tratamiento.

—¿Cuándo hiciste eso? —preguntó, la verdad que más que enojado, estaba preocupado por la salud del pelinegro.

—Hace un año aproximadamente —contestó Bill de lo más natural, como si lo que le estaba diciendo no fuera descabellado por completo.

—¿Y no ha tenido efectos secundarios o algo? —volvió a interrogar el trenzado.

—No, y no los tendrá, la ciencia está muy avanzada Tom, todo estará bien.

—Ok… —dijo Tom pensativo, tratando de asimilar lo que su novio le había dicho antes. De repente sacó un conclusión, algo que hasta ahora veía—. Entonces eso significa que… no, no lo creo posible —dijo con una risita nerviosa.

—¿Qué cosa significa Tom? —Bill trataba de persuadirlo de que hablara, era lo más loco que había hecho en toda su vida, pero ahora que él y Tom eran novios de nuevo, lo más justo era que lo supiera.

—Que… que tú podrías quedar embarazado. Que podríamos ser padres de un hijo completamente nuestro. 
—Bill asintió muy sonriente y Tom hizo lo mismo.

—Así es, mi amor —dijo besándolo dulcemente en los labios.

—¿Jared sabía de esto? —preguntó Tom de repente.

—Sí, de hecho él fue el que me habló de ese proceso, ya que un día me estaba hablando acerca de un amigo suyo muy cercano que se había realizado ese tratamiento, y que todo había salido bien, así que como algún día quiero ser padre de mis propios hijos, decidí hacérmelo yo también —Tom no creía lo que escuchaba, pero mientras fuera lo que Bill quería y estuviera bien de salud, lo demás no importaba, ni siquiera desafiar a la naturaleza.

—Entonces, bendito sea Jared y la ciencia —dijo muy risueño contra los labios de Bill, al cual lo había tomado por la cintura y lo había acercado a su cuerpo— ahora nosotros tenemos que hacer nuestra parte… ya sabes —dijo con una sonrisa pícara en el rostro.

Bill sabía a lo que se refería, así que deshaciendo agarre que Tom mantenía en su cintura y tomándolo de la mano, se encaminaron a su habitación, y que pasara lo que tuviera que pasar.


Bueno, esto es todo por hoy. Para las que creían que dejaría de publicar mis fics, NO, aquí me tienen de nuevo, tarde pero segura. :)
Espero y les haya gustado el capítulo. Dudas, comentarios, o si simplemente me quieren linchar, pueden hacerlo en los comentarios o cualquier otra de mis redes sociales. xD
Y ya saben, las que tienen ask y me quieran preguntar algo acerca del fic o lo que sea, les dejo el mio: http://ask.fm/MacPineda
Respecto a lo de "un hombre embarazado", bueno, creo que desde el principio sabían que era M-PREG, además es fantasía, así que tómenlo como lo que es. ;)

Besos y nos leemos luego. 

domingo, 2 de junio de 2013

All that I want is you...

Estoy feliz, feliz, feliz... ¡Al fin volvió Tokio Hotel Ficción! :'D ¡No podría ser mejor! 
Bien, perdón por la tardanza al colgar capitulo, pero la escuela me absorbe y ni tiempo me da para escribir o pensar en qué escribir, y no quiero hacerlo "al ahí se va" y decepcionarles. 
Sin más, ¡ENJOY!




CAPITULO 39: ¿Por qué yo?



Después de unos cuantos besos y caricias más se habían levantado de la cama de Bill. El trenzado se había ofrecido a prepararle a Bill su muy famoso “desayuno especial”, el cual solo hacía para él y en algunas ocasiones para George, cada que perdía cualquier tipo de apuesta tonta y sin sentido contra él.

El pelinegro se encontraba dando una ducha, lo cual era muy tentador para Tom, ya que podía entrar a ésta y comenzar de nuevo con lo sucedido la noche anterior, pero no quería que Bill pensara que solo lo quería para ese tipo de actos, así que mejor decidió concentrarse en cocer los hot cakes que tenía en la sartén.

De repente se acordó de que Andreas también vivía en ese departamento con Bill, así que esperaba que George lo entretuviera un rato más y no llegara en ese momento, no porque le callera mal, sino porque quería disfrutar con su pelinegro a solas lo más que pudiera, recuperar el tiempo perdido.

El maldito tiempo perdido.

De pronto Bill entró con una de esas sonrisas en el rostro que él tanto amaba, porque sabía que su novio estaba feliz y que él era parte de su felicidad de nuevo. Era parte de su vida de nuevo, aunque en realidad nunca había dejado de serlo, ya que Bill muchas veces pensaba en él.

 —¿Con que cocinas, ah? —preguntó el pelinegro juguetonamente, mientras se sentaba sobre uno de los bancos que había en el desayunador. Tom se dio la vuelta para quedar frente a él, ya que estaba de espalda cuidando que los hot cakes que tenía sobre la estufa no se le quemaran.

—Hay muchas cosas que mí que aún no sabes —le dijo con una enorme sonrisa en el rostro —pero ya habrá tiempo para decírtelo todo.

—Lo habrá —contestó rápidamente el pelinegro— pero por ahora solo me interesa amarte…

 El trenzado dejó lo que estaba haciendo y se recargó sobre el desayunador con el objetivo de besar a su amado, pero cuando sus labios rozaron los de Bill, esté volvió a hablar.

—Y también me interesa que no se te queme lo que tienes sobre la estufa, en verdad tengo hambre—susurró entre risitas traviesas contra los labios de Tom.

—¡Oh mierda! —gritó el trenzado y corrió a ver a sus ahora algo quemados hot cakes. —Espero y te gusten “crujientes”. —Bill solo comenzó a reír.

A pesar de todo lo que Tom le había dicho que lo amaba, a pesar de él mismo haberlo sentido de esa manera, aún no podía creer como el trenzado se había fijado y enamorado de él. No se sentía especialmente guapo ni nada por el estilo, y mucho menos en las fachas en las que se encontraba en esos momentos, con el cabello húmedo y enmarañado, y con su enorme pijama.

En cambio Tom era todo lo contrario. Desde su punto de vista muy particular el trenzado se veía bien como fuera, él lo encontraba la persona más hermosa del universo aún en pijama, desnudo, o con la asquerosa ropa horrenda de rapero que Thomas solía usar en su adolescencia. Siempre había amado todo de él.

—Tom… ¿por qué me amas a mí y no a alguien más? ¿por qué yo? —preguntó de repente. Tom volteó a verlo sin expresión alguna en el rostro— es que, ya sabes… no soy particularmente guapo, en cambio tú podrías tener al chico o chica que quisiera contigo, a alguien mejor, que no sea caprichoso como yo, que no tenga todos mis defectos.

Tom esperó a que el último hot cake que tenía en la sartén se cociera y lo puso en un plato junto con los demás. Bill lo observaba expectante, esperando por una respuesta.

El trenzado tomó  dos platos de la vajilla se encaminó hacía uno de los bancos que estaba junto a Bill y puso un plato frente a él, el cual contenía un apetitoso hot cake. 

—Yo tengo una mejor pregunta para ti, dime ¿por qué me amas tú a pesar de todo?

—Porque aunque antes me hayas hecho daño, más daño me hacía estar sin ti—Tom lo escuchaba atentamente.

—Yo no soy perfecto, tengo un carácter de la mierda que no sé si recuerdes, tengo mal aliento por las mañanas y tu aún así me amas, ¿no?

—Sí, pero yo…

—Pero nada —dijo poniendo un dedo sobre sus labios para silenciarlo— yo te encuentro perfecto a pesar de todo lo que tú no valoras en ti, porque si amo las cosas buenas en ti también tengo que amar las malas, porque no me puedo quedar solo con lo que me gusta de ti y la verdad es que lo odiaría, porque no serías tú al completo, tú el caprichoso y tímido chico al que conocí y al que amo como un loco.

Los ojos de Bill se llenaron de lágrimas mientras sentía como una inmensa felicidad se posaba en su pecho, haciendo que su respiración fuera más rápido. Tom le sonrió al notarlo, en sus ojos podían ver todo el amor que se profesaban el uno por el otro, no hacían falta tantas palabras.

Tomó la miel que estaba sobre el desayunador, la destapó y comenzó a escribir sobre el hot cake de Bill con ella.

“Te amo”, puso en él y Bill lo besó con ganas, queriendo encapsular ese momento por siempre.

—No sabes cuánto miedo tuve de que tú me hubieras dejado de amar. —dijo Tom una vez concluido el beso.

—Eso es imposible.

Se quedaron mirando unos segundos más, entonces Bill tomó el tenedor que tenía junto a él y cortó un pedazo de su hot cake.

—Di “A” —le pidió a Tom gesticulando esa “A” con la boca mientras sostenía el tenedor en lo alto. Tom empezó a reír.

—Deberías de ver lo chistoso que te ves. —comentó entre risillas.

—Solo dí “A”, Tom. —volvió a pedir con un bonito puchero en la cara.

—Está bien… “A” —Bill dirigió el tenedor hacia la boca de Tom, pero cuando el trenzado estuvo a punto de probar bocado, el pelinegro desvió el tenedor de su boca, comiéndose el bocado de hot cake. —Eso fue por decir que me veía chistoso. — dijo mientras masticaba.

—¿Con qué así quieres jugar, eh? —Tom alzó una ceja divertido. Bill comenzó a reír y se encogió de hombros mientras daba otro bocado.

De repente Tom se levantó de su banco, y sin dejar reaccionar a Bill lo cargó y empezó a correr con él sobre sus brazos.

—¡Toooooooom! —gritó el pelinegro mientras reía.

—Eso te pasa por ser malo conmigo.

—¡Si serás cabrón! —Tom reía a carcajada limpia. De pronto paró y lo tiró al sofá que había en la sala, echándose sobre él.

Se besaron por largos minutos, queriendo reponer todos esos besos y caricias que se habían quedado en el pasado, encerrándose en esa burbuja en la que para ser felices solo se necesitaban el uno al otro.

_*_*_*_

George se descojonaba de la risa, en realidad eso había hecho toda la noche mientras platicaba con Andreas, el cual siempre tenía algo nuevo e interesante que decir. Y aunque no fuera interesante para ninguna persona en el mundo, para George así era porque era Andy quién lo decía.

No habían dormido en toda la noche, pero pese a lo que muchos hubieran creído que harían los dos solos en su departamento, todo estaba muy lejos de la realidad. Se la habían pasado comiendo chucherías y hablando de cosas sin sentido, como de qué boy band era mejor, si One Direction o los Backstreet boys. Y aunque George no tenía ni coña de idea de quienes eran los integrantes de dichas bandas, lo escuchaba atentamente porque le gustaba oír los divertidos comentarios que hacía Andreas sobre los integrantes de ambas bandas, cómo de si Louis estaba más “bueno” que Zayn o cosas por el estilo.

En algún momento de la noche pusieron música de Foster the People —una de las bandas favoritas de George— y se habían puesto a cantar, o mejor dicho, a gritar cada una de las canciones mientras “bailaban” al ritmo de las canciones.

—¿Crees que ya se hayan reconciliado o algo? —preguntó Andy de pronto, haciendo que George dejara de reír de a poco.

—Yo creo que sí, sino el subnormal de mi primo ya habría regresado a joder.

—Pues eso espero, tengo el presentimiento de que Tom ya no la cagaría y podrían ser felices juntos.  George podía ver como quería el rubio a Bill, y eso le encantaba de él, el que pudiera preocuparse por algo que no fuera más que él mismo.

Se le quedó viendo unos segundos y cuando el rubio se dio cuenta de la insistencia de su mirada, le sonrió.

—¿Qué pasa? —George se acercó a sus labios y lo besó dulcemente, un beso que Andy correspondió al instante.

—Eso pasa— le respondió muy cerca de su rostro cuando rompieron el beso. —Pasa que no tiene mucho que te conozco, pasa que eres la persona más loca y divertida del jodido mundo, pasa que aunque te suene loco por ser tan apresurado, quiero estar contigo tanto como me lo permitas, quiero que seas mi novio.

—¿Te digo algo? —el castaño asintió— cuando te conocí en ese supermercado me caíste mal enserio, luego me hiciste reír con tus tonterías de “conquistador” empedernido y dije entre mí, “¿por qué no?, él estaría bien para rollo de una noche” —George se le quedó viendo boquiabierto ante la franqueza del rubio.

—¿O sea que yo era tu rollo de una noche? —preguntó aún sorprendido.

—Sí—dijo claramente Andreas.

—Menos mal, porque tú también eras el mío…—dijo dibujando una hermosa sonrisa en su rostro. —¿Qué te parece si ahora somos los rollos de ambos de “mientras dure”?

—Me parece perfecto —dijo lanzándose sobre George y poniendo sus brazos alrededor de su cuello. —Solo no te enamores mucho de mí —comentó el rubio muy divertido.

—No prometo nada. —contestó contra sus labios y se volvieron a besar.

_*_*_*_

El ojiazul se encontraba sentado dentro de su automóvil afuera del aeropuerto, pensado en las opciones que tenía, en su siguiente paso.

Tenía dos opciones, ir detrás de él y que lo rechazara de todas las formas posibles o irse a su departamento y embriagarse hasta que se le olvidaran todos sus problemas.

La segunda opción se veía más tentadora y esperanzadora que la primera, pero necesitaba hablar con Robert aunque él no quisiera escucharlo.

Bajó de su auto y de nuevo entró al aeropuerto, y aunque los guardias de seguridad del lugar lo observaban atentamente al ya haber presenciado como anteriormente había sido sacado casi a la fuerza, lo dejaron pasar.

Se dirigió hacia las taquillas de los pasajes de avión y habló.

—Disculpe, ¿podría decirme el destino de vuelo de Robert Verne? —dijo una vez que estuvo frente a la señorita que vendía los pasajes de avión.

—Lo siento señor, pero no tenemos permitido dar información alguna sobre los destinos de nuestros pasajeros, son políticas de la empresa. —Jared sintió que el mundo se le venía abajo, pero no tenía pensado hacer ningún tipo de escándalo más, no tenía fuerzas para eso. Sonrió amargamente y volvió a dirigirse a la chica.

—Por favor, es que usted no entiende señorita… amo a ese chico y fui un completo imbécil con él, necesito alcanzarlo y pedirle perdón por todo el mal que le hice.

—Lo siento joven, no puedo hacer nada por usted. —dijo la chica mirándolo tristemente, como comprendiendo su dolor.

Jared no dijo nada más, solo dio media vuelta y se fue de nuevo hacia su automóvil. Ya que el plan A había fallado, no le quedaba más que poner en marcha el plan B. Tendría suerte si no moría de coma etílico, o desangrado por su corazón roto. 


Bien, esto fue todo por hoy, ¿les gustó? ¿dudas? ¿comentarios? lo que sea es bien recibido.
Estoy nerviosa, el próximo 13 de Junio voy a presentar mi examen para entrar a la Uni y es tan hagsdkjhak, ya saben. *-*
Y para las que tienen ask.fm y me quieran preguntar algo, lo que sea cuando estén aburridas, aquí les dejo el mio :http://ask.fm/MacPineda
Nos leemos luego. Besos.

SOULMATES NEVER DIE (MiniFic)

Hola, perdón por la tardanza a las chicas que estén leyendo este minific. Espero y les guste el capitulo de hoy. 

CAPITULO 3



Estábamos en la sala de nuestra casa, mamá estaba preparando la comida. Ayer ni cuenta se dio de que Tom y yo habíamos salido, y es que ella es gerente en una tienda departamental, y por lo regular siempre está trabajando, solo que hoy fue su día de descanso y ella aprovecha para consentirnos preparándonos la comida que nos gusta.

Tom y yo estamos viendo la tele ahora mismo, por obvias razones uno sentado a cada extremo del sillón ya que mamá todavía no sabe nuestra relación y nosotros todavía no sabemos cómo decírselo, solo esperamos que no se enoje, o algo peor, que no trate de separarnos.

Chicos, la comida ya está lista. gritó mi madre desde la cocina.

Vale mamá, ya vamos.Le contestó Tom. Vamos Billy, muero de hambre.

Sí, es de esperarse, eres un tragón de primera —le dije entre risas, él se hizo el enojado awwwww ¿Tommy está enojado?

no contestó.

Vale, entonces tengo que contentarte le dije acercándome provocadoramente hacia él y abrazándolo a mí.

Esa es una buena idea. me dijo rodeándome de la cintura y pegando sus labios a los míos.

Sí, pero será luego porque ahora mismo mamá está a menos de veinte metros de distancia.

Ella sabrá entenderlo.

Chicos ¿ya pusieron la mesa? habló nuestra madre sacando la cabeza por la puerta de la cocina y volteando hacia donde estábamos nosotros, a lo que Tom y yo nos separamos de inmediato, suerte que mamá necesita lentes para poder ver a lo lejos.

Cla, claro mamá, ahora la ponemosDios ¿y ahora mismo tenía que tartamudear?
Tom me miró divertido, la verdad es que no se que le causaba gracia.

—¡Ya vamos ma! terminó diciéndole Tom, mamá solo asintió con la cabeza. ¿Nervioso? se empezó a reír.

—¡Por dios Tom, mamá casi nos ve y tú te ríes! dije empezando a caminar hacia la mesa y le di a Tom los platos, las cucharas, yo agarré las servilletas y los vasos.

Pero no nos vio, y si nos hubiera visto ¿qué? solo se lo explicábamos y ya. me dijo poniendo los platos y cucharas acomodados en nuestros respectivos lugares.

No es tan fácil, ¿acaso crees que mamá nos aplaudirá por lo que hemos hecho? dije mientras acomodaba mi parte. Él no contestó. Mamá entró con una sartén al área del comedor.

Bien, espero y tengan hambre, les hice su platillo favorito.

—¡Gracias mamá! —le dije sonriendo.

De nada Billy –—me sonrió ¿Y tu Tom? ¿no hay un gracias mami para mí? dijo mi mamá fingiendo tristeza, ahora sé a quién le saqué lo manipulador que soy.

—¡Gracias Ma! dijo Tom divertido.

Bueno, empecemos a comer entonces.

Empezamos a comer, mamá nos preguntaba acerca de la escuela y cosas por el estilo, Tom no dejaba de verme y a mí me ponía muy nervioso, mamá de seguro también lo había notado y no sabía que pensar al respecto. 

Esta noche voy a salir niños.

¿Por qué? ¿a dónde vas? pregunté.

Un compañero de trabajo me invito a cenar esta noche, y pues yo le dije que aceptaba su invitación. ¿Qué les parece?

Wow mamá, esta genial, mereces tener a alguien especial y que te quiera mucho. le dije sonriéndole, y es que en verdad me encantaba la idea de que las cosas salieran bien y mamá ya tuviera un compañero con ella, me dolía mucho verla ir a dormir sola y triste, porque estaba triste aunque a nosotros no nos lo quisiera decir.

­ Si mamá es genial, espero y las cosas salgan bien con… ummm ¿cómo se llama?preguntó Tom.

Gordon —le contestó ella emocionada.

Sí, Gordon… espero y las cosas salgan bien. concluyó Tom.

¿Y a qué hora pasa por ti?

A las siete de la noche.

Entonces ve a arreglarte mamá, te tienes que ver como la reina que eres.

Vale, ¿ustedes recogen la mesa y lavan los trastes?

Sí mami, Tom y yo hacemos eso. Tom me miró con el ceño fruncido, y es que el odiaba lavar los trastes.

Los lava Bill replico él.

Mejor no empieces si no quieres que te valla muy mal. contesté mirándolo retadoramente. Sabes a lo que me refiero… y le sonreí maliciosamente, amaba tener el poder sobre él en ocasiones de este tipo.

Vale, nosotros los lavamos ma, no te preocupes.

Mamá se fue a arreglar y nosotros nos pusimos a recoger y lavar los trastes. Tommy y yo jugábamos mientras lo hacíamos, llenándonos de espuma y eso, al final tuvimos que limpiar el piso ya que lo habíamos mojado todo y mamá nos regañaría. Llegó la hora en que mamá tendría la cita y Gordon vino por ella, se despidieron de nosotros y al fin la casa era para solo nosotros dos.

Al fin solos dijo Tom abrazándome y atrayéndome hacia él. Yo busqué sus labios y los besé.

Al fin solos… repetí. ¿Qué quieres hacer?

No sé, tú dime qué hacer. —susurró mientras besaba mi cuello. Yo solo disfrutaba y apretaba las mangas de su chamarra. Me volvía loco que hiciera eso.


By Tom


Rodeó mi cuello con sus brazos y yo le tomé de la cintura, nos seguimos besando desenfrenadamente mientras subíamos la escaleras y llegábamos a su cuarto empujándolo poco a poco  hasta chocar contra su cama. Le tire ahí y seguí besándole.

—Eres hermoso… —inquirí, dejando de besarle y apartando cuidadosamente unos cuantos mechones de pelo que se hallaban sobre su perfecto rostro.

—Tú también lo eres… —musitó acariciando mi mejilla y algo se removió dentro mío. Esto es solo amor, amor puro.


POV:

Frotó su mano contra la piel libre del menor y gimió en la boca de Bill. Era muy caliente y suave... buscó sus nalgas y al tocarlas, las apretó haciendo a Bill, separarse para arquear su espalda por el placer que subió por su columna vertebral como una descarga eléctrica. Se volvió a acercar con sus manos abriendo la camisa de Tom, y jadeando en su oído.

Pronto Tom estuvo desnudo de la cintura para arriba. Cuando Bill volvió a estampar sus labios con los suyos, subió sus manos pasando por la espalda de Bill y lo apretó en un fuerte “abrazo”... nada cariñoso, sólo quería restregarse contra Bill y sacarle más deliciosos gemidos que no esperó mucho por recibir.

El miembro de Bill se estaba endureciendo al sentir la forma que Tom le quitaba la respiración. El mayor ocultó su rostro en la curva del cuello con el hombro del menor y abrió la boca para cerrarla sobre la piel caliente del cuello de Bill. Estuvo a punto de gritar, le había mordido. Ya sentía la necesidad de estar sobre Tom y montarlo como un jinete a su caballo.

Siguió disfrutando de los besos y mordidas húmedos en su cuello mientras que silenciosamente bajaba su mano a la entrepierna de Tom, sólo para asegurarse que estaba muy dura y caliente... y así era. Sonrió mientras suspiraba de placer... Buscó la boca de Tom -quien aún acariciaba los muslos de Bill- y le susurró al oído.

Te amo Tommy. Ahora hazme tuyo, hazme todo.

La lengua de Tom lamió la parte de sus muslos cerca de su entrepierna y Bill gritó mordiéndose los labios aferrándose a las sábanas fuertemente.

Tom acarició por encima de los bóxers de Bill, su pene, se sentía grande y reclamando atención, abrió en toda su extensión las piernas de Bill y éste se sonrojo, le quitó los bóxers dejando al aire su sexo y le regaló una caricia.

Tommy… Bill cerró los ojos.

U-uh... se dedicó a regalarle gemidos para los oídos de Tom mientras le acariciaba.

Me gusta. vio a Tom subiendo hasta enfrentar sus rostros que reflejaban deseo.

 Bill cerró sus piernas alrededor de la cintura de Tom y sonrió, mostrando su piercing. Tom captó la indirecta y unió sus labios, dejando caer algo de saliva por una esquina debido al morreo intenso. Con algo de dificultad logró bajarle los pantalones y lanzó los zapatos hacia algún lugar de la habitación. Frotó su entrepierna con la de Bill, quien gimió muy fuerte arqueándose; gracias al roce rudo de su miembro con la tela del bóxer de Tom.

Pronto necesitó algo de oxígeno y se separó aprovechando para desnudarse por completo... luego miró a su hermano, quiso desprenderlo de su ropa lentamente disfrutando de cada centímetro de piel que dejara al aire.

Lamió sus dedos y comenzó a dilatarlo en cuanto lo encontró, metiendo uno, dos y luego tres dedos, moviéndolos en círculos, y escuchando a Bill gimotear, revolviéndose desesperado por más penetración.

Tom... más, más...ahora Bill se estaba apoyando en sus antebrazos y Tom sobre él preparándole.

Ya quiero metértela joder... espera un poco más.penetró con fuerza los tres dedos y Bill cayó sobre la cama retorciéndose con gusto.

 Ahora... ahora…dijo con voz entrecortada.

Bill estaba tan cálido allí dentro, quería seguir tocándolo, amaba tocarlo de esa forma.                                       

Tom se agarró de la cabecera, Bill estaba sudando mucho, subió la pierna del menor hacia su hombro penetrándolo más profundo.

Ah, Tom…Bill se arqueó cuando el de trenzas empezó a moverse.

Su rostro era un poema, un jodidamente hermoso poema, su boca abierta tragando bocanadas de aire, agitado, con las mejillas carmesí, totalmente tentadoras... las gotitas de sudor cayendo por su mentón... Comenzó a embestir más rápido oyendo los quejidos de Bill, los “más, más” que a cada minuto gritaba a los cuatro vientos con una sensual voz que... a cualquiera dejaría con ganas.

. –Auch...vio como acentuaba su ceño fruncido con algo de dolor.

¿Duele?

S-sigue... Oh mierda. no importa… eso había sorprendido a Tom que no tardó en volver a embestir, moviendo sus caderas hasta chocar con el trasero de Bill a cada segundo. Ah, ah…

Te amo Billy.

Te amo Tommy.

Se besaron con necesidad de sentirse…

Te ves... precioso.- murmuró Tom, acariciando sus muslos. Bill ronroneó cuando Tom lo besó. Tom salió de dentro de Bill.

Sintiendo varios dedos jugando en su entrada, Bill mordió su labio moviendo sus caderas, buscando mas contacto.

Hasta que cogió el miembro de Tom clavándoselo el mismo poco a poco.

Tom... Dios, se siente tan grande...pronto las manos de Tom acariciaban los costados de Bill, bajo esa gruesa tela. Encontraron soporte y al fin, Bill se encontró saltando sobre Tom, penetrándose él solo, pues el mayor sólo lo observaba con una sonrisa de satisfacción.

Me encantas...sentía su vientre contraerse. Sus mejillas ardían  y se incineraban en placer.


Estuvieron largo tiempo entre gemidos y  palabras de amor, diciendo se cuanto se amaban hasta que el tan esperado orgasmo llegó y los dos se corrieron al mismo tiempo, Bill en la mano de Tom y Tom dentro de Bill, dejándole su semilla dentro.

¿Quién iba pensar que solo una noche marcaría el rumbo de sus vidas?

Cansados de amarse, cayeron dormidos, abrazados el uno al otro con sus cuerpos desnudos, olvidándose del mundo.

Afuera de la casa, una Simone muy contenta por su cita regresaba a su casa, abrió la puerta y subió, pasó por el cuarto de Tom y vio que este estaba abierto con las luces apagadas pero Tom no estaba dentro, “seguro estará con Bill platicando” pensó ella, aunque ya era algo tarde para eso, decidió ir a el cuarto de Bill para avisarles que ya había llegado y contarles la noche tan mágica que tuvo.

Llegó al cuarto de Bill y giró lentamente la puerta asomando la cabeza, en ese instante se sintió desfallecer, y es que sus hijos, sus gemelitos, dormían plácidamente abrazados y desnudos y todo lo que pasaba por la mente de Simone era ¡¿qué hicieron?! ¡son hermanos! ¡es pecado! ¡¿qué hice yo para que me paguen con esto?!


Entonces decidida entró al cuarto de Bill.

domingo, 5 de mayo de 2013

SOULMATES NEVER DIE (MiniFic)


Aquí les dejo el siguiente capitulo, como dije, no me tardé en actualizar. 
Para las que esten leyendo este minific, espero y les esté gustando. 

CAPITULO 2




By Bill

Los rayos del sol mañanero a través de mi ventana me despertaron. Sentí unos brazos alrededor de mi cintura, y vi que eran las manos de mi amado gemelo, mi otra mitad, y entonces recordé todo lo que había pasado la noche anterior…
¡Dios, no podía ser real!, y es que ¡Tom me ama!¡Me ama como yo a él! ¡Esto es genial!

Me giré en la cama para quedar frente a él y lo observé, ese rostro tan hermoso y perfecto, ese rostro que era tan parecido al mío, pero mucho más bello y es que ¿Cómo puede existir tanta belleza dentro de un ser humano?

Estaba pensando es eso cuando Tom empezó a abrir sus ojos lentamente, encontrándose con los míos. Era tan bello verlo despertar.

Hola mi amor. Me dijo él dándome un dulce beso en los labios y sonriéndome tiernamente.

Hola Tommy le sonreí.

¿Cómo dormiste?

Mejor que nunca le dije ahora acercándome yo más a él si se podía y dejándole un casto beso en sus labios.

¿Tienes hambre? Te invito a comer dijo alegremente— te organizaré un picnic solo para nosotros dos ¿Qué te parece? ¿Acaso podía ser más tierno?

¿Harías eso por mí?

Por ti haría todo solo por verte feliz—. Sí, él podía ser más tierno sin duda alguna.

Vale, entonces iremos de día de campo—. Lo volví a besar. Tu ve preparando las cosas, yo me iré a dar un baño ¿vale?

Tengo una idea dijo sonriendo de medio lado, este ya iba por otro lado. Nos podemos bañar juntos ¿no crees?

Já, no, no lo creo posible… y vete antes de que mamá despierte y pregunte por qué estas en mi cuarto. le dije empezando a empujarlo hacia la puerta mientras ambos reíamos.

Valeme dijo mientras reía— me voy a bañar yo también y empiezo a preparar nuestro día de campo, pero antes de irme, ¿me das un beso?me preguntó haciendo un tierno puchero. Y entonces sin poderme resistir le di un beso en los labios, mientras él me tomaba de la cintura y me giraba para que yo quedara contra la puerta.

Te amo se separo de mí y me dedicó otra de sus hermosas sonrisas mientras salía del cuarto.


_*_*_*_

Sería solo un lugar con árboles, pasto y esas cosas, pero estando con la persona que amo, es el mismísimo cielo.

El día era perfecto, solos Tom y yo en medio de la misma nada, entre los hermosos jardines de nuestra querida Alemania, el clima era cálido y acogedor, el entre los brazos de Tom no podía pedir nada más, solo quería que el tiempo se detuviera y poderme quedar así con él, abrazados para siempre.

Cuando llegamos al campo pusimos una sabana en el piso y montamos nuestro  picnic, bueno en realidad Tom hizo todo, yo solo le pasaba las cosas mientras nos reíamos de cosas sin sentido.

Estuvimos platicando mientras comíamos los ricos sándwiches que él había preparado y ahora solo estábamos sentados, Tom sobre el pasto, y yo entre sus piernas, recargado en su pecho, mientras nuestras manos se mantenían juntas sobre mi pecho. Podría morir ahí mismo, y moriría feliz. Su voz me sacó de mis pensamientos.




¿En qué piensas? me preguntó de pronto. Giré mi cabeza un poco hacia arriba para mirarlo a los ojos.

Pienso en que esto es un sueño para mí, un hermoso sueño del que no quiero que me despierten nunca. Si me despertará y viera que esto no es verdad moriría de tristeza, moriría por ti Tommy él me miraba atentamente mientras yo le hablaba—. Tengo miedo de que nos separen, yo no sabría que hacer sin ti le dije mientras una lagrima resbalaba por mi mejilla, la cual él secó con su dedo pulgar, dejando una suave caricia en mi mejilla.

Nunca nadie me va a separar de ti Billy, te amo más que a nadie en este mundo. Ni siquiera la misma muerte podría en un millón de años separarme de ti. Sin ti yo tampoco podría vivir—. dijo mientras me miraba a los ojos, entonces me volvió a besar. Esta vez con más pasión, como si tuviera miedo de perderme en ese mismo instante.

Nunca Tommy, nuestro amor nunca morirá, “Las almas gemelas nunca mueren” y tú y yo somos eso, almas gemelas. Una sola alma al final de todo.

Nunca mueren Billy, nunca…dijo, después me volteó quedando yo completamente acostado en el pasto y él a lado mío, abrazándome y besándome con dulzura.  La tarde empezó a caer, y con ello una bonita puesta de sol se hizo presente, estaba ahí, solo para nosotros dos. Estuvimos observando la puesta de sol unos minutos hasta que volví a hablar.

Dime, ¿Qué te gusta de mí? pregunté.

¿Por qué preguntas eso? —me cuestionó mirándome con el ceño fruncido.

Es que… ummm… todavía no me la creo que tú estés enamorado de mí, le dije sonrojándome hasta la punta del cabello, de seguro ya parecía un tomate.

¿Y por qué no habría de enamorarme de ti? ¡Eres hermoso!

Tal vez, pero, hay muchas chicas hermosas ¿no? bien pudiste haberte enamorado de alguna, y no de mí. Dime sinceramente ¿Qué fue lo que te gusto de mí?

Amo tu sonrisa, —habló mirándome a los ojos, yo lo escuchaba, mientras mi corazón saltaba de felicidad a cada palabra que pronunciaba. tus ojos, tu ternura, tu manera de ver las cosas, tu manera de retarme, amo que seas como eres, que te importen las personas que en verdad valen la pena, amo tu manera de pensar y amo que siempre que estoy a tu lado me siento feliz y completo, pero lo que más amo es que seas mi hermano, mi pequeño, tonto, molesto y encantador hermano, nunca hubiera podido enamorarme de otra chica, nacimos para estar juntos. Nuestras almas y corazones siempre serán uno solo, latiendo con un solo propósito.

 Entonces lloré de alegría, tomándolo fuertemente de la cara y atrayéndolo hacia a mí para besar sus labios.

Tommy ¡eres tan lindo! él me sonrió y yo lo besé. Luego de eso nos separamos y lo empujé un poco para que se quitara de encima de mí. Me levanté del suelo y muy contento empecé a gritar.


¡Te amoooo Tom Kaulitz! ¡TE AMO!

Billy estas loquito –dijo mientras reía. Empecé a correr al tiempo en que gritaba lo que mi corazón me decía¿A dónde vas? y empezó a correr detrás de mí, empezando a jugar.

¡Auxilio!, este rastudo me quiere comer, ¡ayuda!— grité como demente.

—Sí, te quiero comer pero a besos—. Y me atrapó abrazándome de la cintura, cayendo los dos al pasto y empezó a darme besos por toda la cara. Yo solo disfrutaba mientras me reía. Este momento era de felicidad absoluta.

Vale Tommy, basta, me dejaras rojo de tanto beso. —traté de hablar y sonar serio, pero me moría de la risa.

Serás un tomate muy bonito entonces—.Hice un puchero que a él le dio risa.

Te amo... estaremos juntos para siempre—. dijo mirándome a los ojos.

¿Lo prometes?

Te lo juro. 

¿Dudas? ¿comentarios? 
¡No sean lectoras fantasma! ;D
Y perdón si no les gusta la forma en que esta narrado, pero lo escribí hace aproximadamente 3 años y en ese entonces no tenía NADA de experiencia, solo improvisé. 
Saludos y gracias por leerme.