Aquí les dejo el siguiente capitulo, como dije, no me tardé en actualizar.
Para las que esten leyendo este minific, espero y les esté gustando.
CAPITULO
2
By Bill
Los rayos del sol mañanero a
través de mi ventana me despertaron. Sentí unos brazos alrededor de mi cintura,
y vi que eran las manos de mi amado gemelo, mi otra mitad, y entonces recordé
todo lo que había pasado la noche anterior…
¡Dios, no podía ser real!, y
es que ¡Tom me ama!¡Me ama como yo a él! ¡Esto es genial!
Me giré en la cama para
quedar frente a él y lo observé, ese rostro tan hermoso y perfecto, ese rostro
que era tan parecido al mío, pero mucho más bello y es que ¿Cómo puede existir
tanta belleza dentro de un ser humano?
Estaba pensando es eso
cuando Tom empezó a abrir sus ojos lentamente, encontrándose con los míos. Era
tan bello verlo despertar.
—Hola
mi amor—. Me dijo él dándome un dulce
beso en los labios y sonriéndome tiernamente.
—Hola
Tommy— le sonreí.
—¿Cómo
dormiste?
—Mejor
que nunca —le dije ahora
acercándome yo más a él si se podía y dejándole un casto beso en sus labios.
—¿Tienes
hambre? Te invito a comer —dijo
alegremente— te organizaré un picnic solo
para nosotros dos ¿Qué te parece? —¿Acaso
podía ser más tierno?
—¿Harías
eso por mí?
—Por
ti haría todo solo por verte feliz—.
Sí, él podía ser más tierno sin duda alguna.
—Vale,
entonces iremos de día de campo—. Lo
volví a besar. —Tu ve
preparando las cosas, yo me iré a dar un baño ¿vale?
—Tengo
una idea —dijo sonriendo de
medio lado, este ya iba por otro lado. —Nos podemos bañar juntos ¿no crees?
—Já,
no, no lo creo posible… y vete antes de que mamá despierte y pregunte por qué estas
en mi cuarto. —le dije
empezando a empujarlo hacia la puerta mientras ambos reíamos.
—Vale —me
dijo mientras reía— me voy a bañar yo
también y empiezo a preparar nuestro día de campo, pero antes de irme, ¿me das
un beso? —me preguntó
haciendo un tierno puchero. Y entonces sin poderme resistir le di un beso en
los labios, mientras él me tomaba de la cintura y me giraba para que yo quedara
contra la puerta.
—Te
amo— se separo de mí y me dedicó otra de sus
hermosas sonrisas mientras salía del cuarto.
_*_*_*_
Sería solo un lugar con
árboles, pasto y esas cosas, pero estando con la persona que amo, es el
mismísimo cielo.
El día era perfecto, solos
Tom y yo en medio de la misma nada, entre los hermosos jardines de nuestra
querida Alemania, el clima era cálido y acogedor, el entre los brazos de Tom no
podía pedir nada más, solo quería que el tiempo se detuviera y poderme quedar
así con él, abrazados para siempre.
Cuando llegamos al campo
pusimos una sabana en el piso y montamos nuestro picnic, bueno en
realidad Tom hizo todo, yo solo le pasaba las cosas mientras nos reíamos de
cosas sin sentido.
Estuvimos
platicando mientras comíamos los ricos sándwiches que él había preparado y
ahora solo estábamos sentados, Tom sobre el pasto, y yo entre sus piernas,
recargado en su pecho, mientras nuestras manos se mantenían juntas sobre mi
pecho. Podría morir ahí mismo, y moriría feliz. Su voz me sacó de mis
pensamientos.
—¿En
qué piensas? — me preguntó
de pronto. Giré mi cabeza un poco hacia arriba para mirarlo a los ojos.
—Pienso
en que esto es un sueño para mí, un hermoso sueño del que no quiero que me
despierten nunca. Si me despertará y viera que esto no es verdad moriría de tristeza,
moriría por ti Tommy— él me
miraba atentamente mientras yo le hablaba—. Tengo miedo de que nos separen, yo no sabría que hacer sin ti— le dije mientras una lagrima
resbalaba por mi mejilla, la cual él secó con su dedo pulgar, dejando una suave
caricia en mi mejilla.
—Nunca
nadie me va a separar de ti Billy, te amo más que a nadie en este mundo. Ni
siquiera la misma muerte podría en un millón de años separarme de ti. Sin ti yo
tampoco podría vivir—. dijo
mientras me miraba a los ojos, entonces me volvió a besar. Esta vez con más
pasión, como si tuviera miedo de perderme en ese mismo instante.
—Nunca
Tommy, nuestro amor nunca morirá, “Las
almas gemelas nunca mueren” y tú y yo somos eso, almas gemelas. Una sola
alma al final de todo.
—Nunca
mueren Billy, nunca…—dijo,
después me volteó quedando yo completamente acostado en el pasto y él a lado
mío, abrazándome y besándome con dulzura.
La tarde empezó a caer, y con ello una bonita puesta de sol se hizo
presente, estaba ahí, solo para nosotros dos. Estuvimos observando la puesta de
sol unos minutos hasta que volví a hablar.
—Dime,
¿Qué te gusta de mí? — pregunté.
—¿Por
qué preguntas eso? —me cuestionó
mirándome con el ceño fruncido.
—Es
que… ummm… todavía no me la creo que tú estés enamorado de mí, —le dije sonrojándome hasta la
punta del cabello, de seguro ya parecía un tomate.
—¿Y
por qué no habría de enamorarme de ti? ¡Eres hermoso!
—Tal
vez, pero, hay muchas chicas hermosas ¿no? bien pudiste haberte enamorado de
alguna, y no de mí. Dime sinceramente ¿Qué fue lo que te gusto de mí?
—Amo
tu sonrisa, —habló mirándome a los ojos,
yo lo escuchaba, mientras mi corazón saltaba de felicidad a cada palabra que
pronunciaba. —tus ojos, tu
ternura, tu manera de ver las cosas, tu manera de retarme, amo que seas como
eres, que te importen las personas que en verdad valen la pena, amo tu manera
de pensar y amo que siempre que estoy a tu lado me siento feliz y completo,
pero lo que más amo es que seas mi hermano, mi pequeño, tonto, molesto y encantador
hermano, nunca hubiera podido enamorarme de otra chica, nacimos para estar
juntos. Nuestras almas y corazones siempre serán uno solo, latiendo con un solo
propósito.
Entonces lloré de alegría, tomándolo
fuertemente de la cara y atrayéndolo hacia a mí para besar sus labios.
—Tommy
¡eres tan lindo! — él me
sonrió y yo lo besé. Luego de eso nos separamos y lo empujé un poco para que se
quitara de encima de mí. Me levanté del suelo y muy contento empecé a gritar.
—¡Te
amoooo Tom Kaulitz! ¡TE AMO!
—Billy
estas loquito –dijo mientras reía. Empecé a correr al tiempo en que gritaba lo
que mi corazón me decía— ¿A dónde vas?—
y empezó a correr detrás de mí, empezando a jugar.
—¡Auxilio!,
este rastudo me quiere comer, ¡ayuda!— grité
como demente.
—Sí, te quiero comer pero a besos—. Y me atrapó abrazándome de la
cintura, cayendo los dos al pasto y empezó a darme besos por toda la cara. Yo
solo disfrutaba mientras me reía. Este momento era de felicidad absoluta.
—Vale
Tommy, basta, me dejaras rojo de tanto beso. —traté
de hablar y sonar serio, pero me moría de la risa.
—Serás
un tomate muy bonito entonces—.Hice
un puchero que a él le dio risa.
—Te
amo... estaremos juntos para siempre—.
dijo mirándome a los ojos.
—¿Lo
prometes?
—Te
lo juro.
¿Dudas? ¿comentarios?
¡No sean lectoras fantasma! ;D
Y perdón si no les gusta la forma en que esta narrado, pero lo escribí hace aproximadamente 3 años y en ese entonces no tenía NADA de experiencia, solo improvisé.
Saludos y gracias por leerme.