miércoles, 11 de enero de 2012

Fic: "All that i want is you..."

Capitulo 20:  Escúchame ahora. ( I PARTE)


By Tom

En toda la noche no había podido dormir pensando en él, en que estaríamos al fin juntos y solos. ¡No podía esperar para llegar a su casa! Me encontraba muy entusiasmado con la idea de verlo ahora que por fin había aceptado mis sentimientos hacia él. Apenas son las 8 de la mañana y yo ya estoy más que despierto para ir a verlo.

Me levante y como todavía tenía mucho tiempo de sobra fui a la cocina a ver si había algo de comer. Moría de hambre, ayer no había comido nada después de llegar de  la pista de hielo. Estaba devastado, me sentí tan mal de ver como Jared besaba a Bill y este lo dejaba, aún me siento así, pero tengo la esperanza de solucionar las cosas con él, Bill me ama, así que no pueden ser novios; seguro fue un beso más y ya, no significa nada.

¿Cómo no pude darme cuenta antes de lo que sentía? Es lo que me eh preguntado las últimas 15 horas. Pero bien dice el dicho… Nadie sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido. Cuánta razón en esas simples palabras.

Una vez en la cocina me hice un sándwich y tomé algo de leche de la nevera. Era raro que mamá no estuviera despierta aún, ella suele levantarse temprano. Me senté en la mesa, mientras comía la inspiración para la letra de la canción llegó a mí, rápidamente tome el block de notas que estaba sobre la nevera y comencé a escribir. Claro que no estaba completa ni la compondría únicamente yo, solo escribí pequeños párrafos de la canción; ya Bill le daría forma. El era mucho mejor en eso de componer que yo y tenía una voz mucho más linda. No obstante seguí escribiendo, la canción trataría sobre nosotros. Sobre lo que estamos viviendo ahora mismo. Él es mi inspiración. Quería que me escuchara aunque fuera de esta forma.

Escúchame ahora
Todo lo que puede decir es que no tengo miedo
Del mundo que tratado de alejar
Yo lucho todos los días
Pero yo tengo la culpa
No soy inocente, pero no tengo miedo.
Escribí sobre el papel. No, no tenía miedo de luchar por Bill aunque supiera que yo había tenido la culpa de todo.

Pasaron unos minutos más y yo seguía escribiendo. Esperaba y a Bill le gustará, aunque el todavía le tenía que hacer sus aportaciones ya que entre los dos la teníamos que escribir y cantar.

Miré el reloj de pared y vi que ya eran las 9, me levante rápidamente de la mesa y corrí escaleras arriba hacia mi habitación. Me di una ducha rápida y me puse mucho más guapo para Bill. Una vez que me vestí, acomodé mis trenzas y tomé el block de notas en el que había escrito pequeños fragmentos sin forma de la canción,  subí a mi Cadillac  y me puse en camino a casa de mi pelinegro.

Conduje rápidamente ya que se me había hecho algo tarde y Bill fue muy directo en que me quería en su casa a las 10. Creo que ni a mi propia madre la hubiera hecho tanto caso de habérmelo ordenado.  Esperaba que el papá de Bill no estuviera, no quería tener un problema con él como la última vez que me corrió de su casa con justa razón.

Una vez en el fraccionamiento donde vivía mi pelinegro pude divisar una hermosa casa blanca a lo lejos, una casa muy conocida para mí, era la casa de Bill. Volteé hacia la izquierda y pude ver el parque lleno de flores al que alguna vez había venido con Bill. Fue muy romántico ahora que lo recuerdo, solo que yo no supe apreciar todo lo que Bill hizo por mí.

Llegué a la casa de Bill y estacione mi camioneta en el garage. Bajé y toque el timbre. Me encontraba cagado de los nervios, nunca me había sentido así, o al menos yo no recordaba esta sensación. ¿Y si Bill me corría? No, ¡No podía! Era tarea. Aunque para mí era una bendita oportunidad de pasar tiempo a solas con Bill.

La puerta se abrió y vi a la muchacha del servicio.

-¡Hola joven Thomas! ¿Lo puedo ayudar en algo? –Pregunto.

-Sí, hmmm vengo a ver a Bill, haremos tarea juntos. –Le respondí, ¿A qué se debía este interrogatorio?  Fruncí el seño.

-¿El joven Bill le ha pedido que venga? –Me miró curiosa.

-¿Por qué preguntas tanto? ¿Ya me conoces no? –Le dije ya un poco alterado.

-Disculpe, pero yo solo estoy haciendo mi trabajo y el Joven Bill dijo bien claro que no lo dejáramos pasar nunca más. –Oh sí, con que eso era…

-No hay problema Rosalie, déjalo pasar. –Se escucho una voz detrás de nosotros, era Bill que bajaba como toda una diva por las escaleras. Se veía hermoso vestido todo de blanco, como un ángel.

-Está bien joven. –Digo la tal Rosalie y se hizo a un lado dejándome entrar.

-Hola Bill –Le dije sonriendo, el solo movió la cabeza a modo de saludo.

-Trabajaremos en mi cuarto, allá tengo los instrumentos. –Dijo fríamente mientras evitaba mi mirada y subía escaleras arriba, yo solo le seguí. Una vez en su cuarto él se sentó frente al piano que ahí estaba instalado.  Busqué con la mirada un lugar donde sentarme pero no había nada. Lo volteé a ver y él me miró. – Siéntate aquí si gustas. –Dijo tocando el espacio que quedaba en el banco en señal de que me sentará a su lado. Me puse muy feliz y le dirigí una sonrisa aún más ancha si se podía, seguro y parecía idiota pero no me importaba.

-Ehhhm… yo escribí algo, no está completa –dije dándole las notas que llevaba en el bolsillo de mi chaqueta, él las tomo delicadamente con sus manos. –Pero le puedes hacer la modificación que quieras, ya sabes… - Empezó a leer, su vista se puso algo roja, ¿Acaso quería llorar?

-Es… es hermosa Thomas. – Dijo mientras miraba para todos lados.
-Igual que tú. – Rápidamente me volteó a ver, parecía sorprendido; pero pronto su expresión cambió a una más dura y seria.

-Deja de hacer eso, deja de decir cosas que no sientes. Viniste a trabajar ¿Vale? –Se paró  de donde estábamos sentados y fue a sentarse a su cama que se encontraba cerca del piano.

-Pe… pero si lo siento. En estos días sin ti me eh dado cuenta de lo que significas para mí. – El solamente agacho la mirada y negó repetidas veces.

-Lo que digas Thomas, ahora a lo que venimos. -¿Qué? ¿Ahora me tomaría a loco? Fruncí el seño, esto era jodidamente decepcionante, pensé que me creería o al menos me dejaría hablar.  –Bien, tomaré lo que ya traes escrito y le daré forma. Tú encárgate de la música. –Yo solo asentí.

-La canción trata de nosotros. –Comenté, al menos quería que supiera que él había sido mi inspiración.
-Lo sé, es bastante notorio. –Dijo comenzando a escribir en la libreta que tenía entre las manos. Así pasaron los minutos, yo no le podía quitar los ojos de encima. Se veía encantador hasta cuando pensaba en que poner. –Listo, está completa. -Dijo pasadas las horas,  horas en las que él solo me había hablado por motivos de “trabajo” si así se le podía decir. -¿Tu ya tienes la melodía? –Pregunto curioso.

-Sí, esta lista desde hace horas. - Le contesté. Agache la mirada, me sentía mal, yo pensé que algo más pasaría entre nosotros pero al parecer no sería así.

-Bien, le damos un ensayo y serás libre de irte a tu casa, o a donde sea que quieras ir. –Dijo lo último a modo de reproche.

Se fue a sentar de nuevo a mi lado y empecé a tocar la melodía, la primera parte de la canción la cantaría yo. La canción era preciosa, Bill sí que se había esmerado en hacerlo bien. Hablaba de todo lo que sentíamos.  Bill se encontraba cantando.
¿Dime cómo?...
Te quiero.
Dilo en voz alta...
Te necesito.
Para ser quien capture todos mis sueños,
Escúchame ahora.

Nos miramos a los ojos, parecía que ambos nos encontrábamos en un tipo de trance, ensimismados en los ojos de el otro, perdiéndonos en ellos. Perdiéndome en él…

Me fui acercando lentamente a su boca, el no movía ni un musculo, solo me miraba directamente a los ojos. Por mi cuerpo corría adrenalina, intensidad, pasión. Esperaba que en él fuera lo mismo.

-Te amo. –Dije contra sus labios, estábamos tan cerca, sentía su respiración contra mi cara, nuestro aire mezclándose, oliendo de cerca el dulce aroma que expedía su piel. De pronto el se paro rápidamente alejándose de donde estaba.

-No Tom, esto no está bien. Yo ya no te amo, no le puedo hacer esto a Jared. No le puedo hacer lo que me hiciste.  Yo no lo voy a traicionar. –Dije negando, sus ojos estaban llorosos de nuevo. Trate de acercarme a él, pero si lo hacia él se alejaba más y más.

-¿Hacerle qué? ¿Traicionar? ¡Pero si ni tu novio es! –El no contestó nada. - ¿No es tu novio cierto? –Bajo la mirada mientras asentía. –Pero Bill ¡Tú no lo amas! ¡Me amas a mí!
-Ya no te amo Thomas. ¿Entiendes? El día que te vi con ese tipo todo lo que pude llegar a haber sentido por ti murió. Lo enterré, chao. –Lagrimas descendieron de sus ojos. Era obvio que mentía. -Sí, el y yo somos novios. Así que de la manera más atenta te pido que te vayas de mi casa. La canción la hemos terminado, la cantaremos y luego de eso me olvidaré de que existes.

-Mientes. – Sonreí forzadamente mientras negaba con la cabeza, ¡El no me podía estar diciendo eso! Me acerqué a él y le tomé de las manos. –Mírame a los ojos y dime que no me amas, solo así creeré toda esta farsa Bill. –Nos miramos a los ojos, el no decía nada.

De repente la puerta del cuarto de abrió dejando ver a Jared quién sostenía un oso de peluche en sus manos.










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