viernes, 20 de enero de 2012

Fic: "All that i want is you..."

Capitulo 24: Te extraño...


-¿En serio no puedes ir? – ¡Oh no, yo no podría solo!

-No Billy, mis padres insisten en que vaya con ellos a visitar a la familia. –Suspiré resignado- Pero vez tu con Andreas a la fiesta, por mi no hay problema. –Dijo tomando mi mentón entre sus manos y dándome un casto beso. Estábamos en el tiempo de descanso, parados bajo la sombra de un gran árbol que había en la escuela.

-Lo que pasa es que quería ir contigo, me sentiré el mal tercio en medio de Zack y Andy. –Fruncí el seño.

-Te ves adorable cuando haces pucheros –Dijo acercándome a su cuerpo pasando sus manos alrededor de mi cintura, yo solo sonreí.

De repente miré por detrás de Jared y vi que sentado en unas bancas se encontraba Tom, se encontraba solo y nos miraba; nuestras miradas se conectaron y el solo se dio la vuelta entrando de nuevo a la escuela. Me separé lentamente de Jared y tomo mis manos entre las suyas.

-No iré  -No, claro que no lo haría, no quería ir a ver como Tom se paseaba frente a mí con la puta rubia.

-Claro que lo harás, Andy es tu mejor amigo y no lo puedes dejar solo. –Me miraba directo a los ojos.

-Está bien, pero solo porque sé que si no lo hago amaneceré respirando por un tubo conectado a mi garganta. –Bromeé, ambos reímos levemente.

Tocaron el timbre para regresar a clases y así lo hicimos.

By Tom

-No Andrej, no iré contigo a esa fiesta entiende, ni siquiera estas invitado. - ¡Este tío me sacaba de mis casillas! No estaba teniendo un buen día y aparte él venía a joderme la moral.

-Oh vamos Tom, que todo el colegio irá a la fiesta de Zack, no veo porque no podemos ir juntos. –Me dijo serio Andrej.

-Simplemente porque no disfruto de tu compañía –Sentencié volviendo a caminar.

Mi día era mierda, para empezar estaba a punto de reprobar geometría, la escena de Bill con Jared en el patio de la escuela no salía de mi cabeza y ahora Andrej estaba reventándome las pelotas con eso de ir juntos a la fiesta; claro que iría, pero solo.

-Ahora no, pero cuando estábamos en la cama bien que disfrutabas de mi compañía ¿no? –Dijo molesto.

-¿Eres tonto? –Dije parando de caminar y mirándolo enojado. –Yo siempre te dije que lo de nosotros era de una noche y ya, no te amo. –Sus ojos se pusieron llorosos, pero la verdad era que me importaba una mierda; por culpa de ambos Bill había sufrido y eso no se lo perdonaría ni yo mismo me lo perdonaría. –Por una vez en mi jodida vida quiero hacer las cosas bien ¿Vale? –No dijo nada, solo agacho la mirada y me fui dejándolo ahí.

En el camino al salón de clases me encontré con Zack.

-Y bien, ¿Entonces si irás a mi fiesta?

-No lo sé, tal vez lo haga. –Dije sinceramente, en los últimos días había entendido que tenía que dejar de ser “Tom el inmaduro” y esforzarme más en la escuela. Por mi bien y el de las personas que quiero.

-Vamos, quiero que estés conmigo ese día, eres mi mejor amigo. –Dijo palmeándome la espalda.

-Está bien, pero solo un rato; además Bill seguro irá con su intento de rockero fallido, y no quiero ver como… Pfff. –Ni siquiera termine lo que quería decir, me entraba rabia el solo pensar que Jared estaría ahí bailando con mi hermoso pelinegro, restregando su cuerpo con el de él. Me entraban ganas de vomitar al pensar en eso.

-Entiendo –Dijo asintiendo.  Nos dirigimos a las clases que nos tocaban y todo el día no pude pensar en otra cosa más que en él… como siempre.


By Bill

La semana había pasado rápidamente y de nuevo era fin de semana. Jared ya se había ido a Estados Unidos junto con sus papás, insistió en que fuera con él, pero simplemente no quise.

Era de noche y me encontraba alistándome para ir a la fiesta de Zack. Me puse unos jeans ajustados, una polera negra y unas botas del mismo color. Iba maquillado igual que siempre, o bueno, tal vez me había esforzado un poquito más que todos los días.

Mis padres no estaban en casa, lo que significaba que podía llegar a la hora que quisiera, pero simplemente no lo haría, me portaría como un buen chico.

Los minutos pasaron y una vez que estuve listo Andy pasó por mí en su auto. ¿Qué porque no iba en el mío? Bueno, mis padres eran unos paranoicos que pensaban que me emborracharía y conduciría ebrio, cosa que no haría.

-¿Listo para la fiesta? –Me dijo Andy divertido una vez que subí a su auto.

-Of course my friend –Le conteste divertido, tenía mucho tiempo desde que no iba una fiesta, al parecer la última fue a la de Chantelle, en la que me encontré a Tom con… bueno, ya saben la historia.

Basta de recordar cosas que me hicieran daño, hoy estaba decidido a pasármela genial.

Llegamos a casa de Zack, el patio de su casa estaba invadido por carros lujosos, claro, todos los ahí presentes éramos una bola de niños pijos sin nada que hacer más que divertirnos; o eso era lo que decía mi padre.

Todo el colegio se encontraba ahí, el ambiente se veía agradable. Bajamos del auto y nos adentramos en casa de Zack. Adentro no podíamos ni caminar, por donde quiera había chicos bailando, tomando, o solo platicando.

-Hay que buscar a Zack –Grito Andy cerca de mi oído, de otra forma sería imposible escucharlo, la música estaba demasiado alta. Asentí con la cabeza, no tenía ganas de gritar.

No tuvimos que buscar demasiado, rápidamente vimos a Zack que se encontraba de espaldas platicando con alguien en un sofá que estaba un poco lejos de la pista de baile. Nos dirigimos hacia allá y cuando nos fuimos acercando pudimos ver con quien platicaba, se trataba de nada más y nada menos que de Tom.

-Hola –Saludo Andy feliz a Zack -¡Feliz cumpleaños mi amor! –Dijo colgándose de su cuello, Zack lo rodeó de la cintura. Ver esa escena me traía tantos recuerdos, el cumpleaños de Tom por ejemplo; sacudí la cabeza tratando de pensar en otra cosa. Sentí una mirada sobre mi y pude ver que Tom me veía como embobado, me pareció extraño que no se encontrará bailando, o más bien, teniendo sexo en la pista de baile con Andrej. Lo miré rápidamente y volteé de nuevo hacia Andy y Zack.

-¡Feliz cumpleaños Zack! –Dije una vez que Andy lo había dejado libre de su abrazo, pensé que nunca lo haría, parecía conchuda colgado de él. Pensar en eso me causo gracia y sonreí conmigo mismo. Le di su abrazó correspondiente a Zack y miré a Tom.
-Hola –Dijo, parecía indeciso en hablarme o no.

-Hola –Nos quedamos mirándonos hasta que oí que Zack habló.

-Pensé que vendrías con tu novio. –Deje de mirar a Tom y me volteé hacia él, mi ex seguía mirandome pendiente de lo que fuera a decir.

-Sí, lo que pasa es que tuvo que salir, pero bueno, aquí estoy yo en representación de ambos.

Zack miró a Tom y le sonrió, me puse nervioso.

Nos sentamos en una de las mesas que habían instalado en su casa, en realidad parecía un antro. Tom estaba al lado de Zack frente a mí y Andy alado mío. Estuvimos hablando un buen rato, bueno mejor dicho, Zack, Andy y yo habíamos estado hablando, Tom solo me veía y me ponía muchísimo más nervioso de lo que en verdad quisiera.

-Vamos a bailar Zacky –Le dijo Andy a su novio y este asintió. ¡Oh no! ¡Era mi fin! Andreas era un malo, malo amigo… ¿Cómo se le ocurre dejarme aquí con Tom? Moriría.

-¿No les importa o sí? –Pregunto mientras ponía una risita estúpida en su rostro. Sí Andreas, disfrútalo ahora que cuando vengas te mataré.

-No, vayan –Contesto Tom por ambos. Y se fueron dejándonos ahí solos.

Bien, ¿Ahora que seguía? No sabía qué hacer así que saque mi celular para hacer lo que fuese, aunque sea jugaría el estúpido juego de la viborita o que se yo.

De pronto vi como Tom se recargo en la mesa mirandome fijamente. Levante la vista y me encontré con sus hermosos ojos.
-Buena fiesta eh… -Dijo así sin más, yo solo asentí, no sabía ni que decir me sentía estúpido. Paso un tipo con una charola de bebidas y nos ofreció una, solo que yo tome 2 vasos con esa bebida y me los tome rápidamente, necesitaría valor si iba a estar toda la noche ahí sentado con él. El solo me miro con los ojos muy abiertos ya que la mayoría de las veces no tomaba nada de alcohol en las fiestas.

-¿Y cómo has estado? –“Genial por tu culpa maldito gilipollas” pensé en decirle pero me tragué mis palabras.

-Bien, gracias  –Y silencio de nuevo. –En serio, no tenemos porque mantener una conversación. -Trate de parame de ahí e irme a otro lado pero el tomo mi muñeca delicadamente deteniéndome.

-Perdón, no quería incomodarte, solo quería saber cómo estabas. –La gran puta, ahora yo me sentía el malo de la película. Me senté de nuevo, no lo dejaría ahí solo.

-¿Y… porque no está Andrej contigo? –Esa frase me costo taaaanto decirla, pero lo dije.

-Entre Andrej y yo no hay nada, el está por su lado y yo por el mío. –Parecía convincente, yo solo asentí. -¿Quieres bailar?

-No gracias –Conteste rápidamente. Pareció triste con mi respuesta.

-Creí que vendrías con Jared. –Dijo de repente.

-Si bueno, como le dije a Zack tuvo que salir. –Comenté serio.

Los minutos siguieron pasando y ya no sabía ni de qué hablar con Tom. De repente llego Andy de nuevo a la mesa con Zack. Mi celular comenzó a sonar en ese instante.

-¿Hola? –Dije tapándome un oído para escuchar mejor.

-Bill ¿Dónde estás? Tu padre y yo te hemos estado marcando a la casa y nos dijeron que habías salido.

-Sí mamá, Andy me invito a la fiesta de su novio y pues tuve que venir, ya conoces a Andy. –Mi mamá rió, claro que lo conocía, Andy era mi mejor amigo desde la infancia.

-Bueno, solo no quiero que llegues muy tarde a la casa, mañana llegaremos temprano y no quiero oler ni un rastro de alcohol en la casa.

-Está bien… -Miré a Andy que me miraba con el ceño fruncido. Tom estaba serio, de seguro estaba pensando que hablaba con Jared. –Te amo. –Y colgué.

Esta era la oportunidad perfecta para salir corriendo, diría que mi madre me había hablado urgentemente y listo.

-Chicos, me tengo que ir –Puse cara de tristeza.

-Nooo ¿Cómo tan temprano Bill? –Dijo Andy triste.

-Sí, es que me vine sin permiso y pues mis papás me acaban de hablar, ya llegaron. –Te crecerá la nariz tan grande como a Pinocho Bill.

-Bueno, supongo que quieres que te vaya a dejar ¿No? –No quería que Andreas se perdiera la mejor parte de la fiesta por mi culpa.

-No, tomaré un taxi –Dije tomando mi bolso y poniéndome de pie.

-¿Seguro? –Cuestiono de nuevo.

-Claro, no moriré si me subo a uno ni nada de eso –Dije bromeando.

-Sí quieres yo te puedo llevar –Dijo Tom a lo que todos volteamos a verlo.

-No se diga más –Contesto Andy aplaudiendo –Tom te llevará.

-Pero…

-No hay “peros” solo te llevará a tu casa y listo. -¡Que te den por culo Andreas Ferguson!

Zack solo parecía divertido con la escena. Nos despedimos ambos de nuestros amigos y fuimos hacia su auto sin hablar.

Abrió la puerta del copiloto para que entrara y subí rápidamente, cerró y fue a subirse por el otro lado. Encendió el auto y nos pusimos en camino hacia mi casa.

-No tenías porque ofrecerte a  traerme, pude haber tomado un taxi. –Le dije mientras veía el paisaje pasar por la ventana. –No quiero ser una molestia.

-No lo eres, me ofrecí a traerte porque quise, además ya es muy tarde para que andes solo en la calle. -¿Qué decía? ¡Pero si apenas eran las 2 a.m.!

-Sí, pero por mi culpa te estás perdiendo la fiesta. –Volteé a verlo, se veía concentrado conduciendo.
-De todos modos estaba por irme –Me sonrió y sentí millones de mariposas en mi estomago.

Llegamos a un semáforo en rojo y se detuvo.

-Perdón por todo el daño que te hice  –Dijo de repente mientras acariciaba mi mano que se encontraba sobre mi regazo. No supe que hacer así que no hice nada, solo agache la mirada.-Se que fui un tonto, un imbécil y estúpido y te quiero pedir perdón por todo lo que te hice pasar. –Y me dio en la vena sensible, con solo esas palabras ya quería llorar.

-¿Y qué? ¿Pretendes que te perdone y todo vuelva a ser como antes? Porque si es así…

–Con esto no espero que regreses conmigo y olvidemos todo, solo quiero tu perdón y que seas feliz, no me importa si no es conmigo –Parecía tan sincera su disculpa. –Te extraño… -Entonces no pude más y una lágrima rebelde resbalo por mis mejillas.

El semáforo se puso en verde de nuevo y avanzó.

Llegamos a mi casa, después de eso ninguno había dicho nada, yo había estado pensando en lo que dijo en todo el camino.

Se estaciono frente a la puerta de mi casa y nos quedamos en silencio unos segundos.

-Bueno pues… Gracias –él asintió. Estaba a punto de bajar del auto cuando de repente tomo mi muñeca y me acerco a él rápidamente besando mis labios. Luche por despegarme de él pero no pude, siguió besándome y poco a poco fui sediento ante su tacto. Sentir sus labios sobre los míos de nuevo se sentía tan bien, sentía que no me faltaba nada.odía morir ahí y lo haría feliz. 

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