jueves, 11 de octubre de 2012

Mundos Alternos

CAPITULO 5


No quería, se negaba a verlo. Era un cobarde, lo sabía, pero en verdad se rehusaba a tener que ir a la disquera con su padre y ver a Bill después de haberlo besado. Era estúpido e infantil, pero ¿qué más daba? 

Después de haberlo besado, había regresado a su casa golpeándose mentalmente en todo el camino. ¿Por qué mierda lo había hecho?, y lo peor, ¿por qué había sentido esa extraña y cálida sensación en su pecho? ¿de dónde provenían todas esas cosas raras que sentía en su estomago con tan solo pensar en él? ¿mariposas? ¡y una mierda! esperaba y fueran solo bichos. 

Y si se trataba de esas bonitas cositas con alas y antenitas, él las exterminaría por completo. 

Una semana había pasado ya desde ese día, y aunque moría de las ganas de verlo, simplemente se rehusaba a tener que poner un solo pie en la disquera. Su padre muchas veces le había dicho que necesitaba su ayuda allá, pero Andy siempre inventaba excusas tontas para no tener que ir. 

Steven podía imaginarse el por qué de esa situación, pero no quería ser un metiche en la vida de su hijo. Bill todos los días le preguntaba por Andrew, aunque trataba de no hacer notorio su interés al hacerlo. Fallaba terriblemente en eso, Steven podía ver el interés que el pelinegro tenía hacia su hijo, era mucho más allá de una simple amistad, y con Andrew sucedía lo mismo. 

 Así que había hecho un plan, los juntaría de nuevo y que pasará lo que tuviera que pasar. Si Andy no iba hacia la montaña, la montaña iría hacia él. 

~*~*~*~

—Sí, la sesión de fotos será en casa de Steven, él así lo quiso. —decía David por el teléfono. 

—¿Y por qué allá? ¿qué no sería en un estudio fotográfico y eso? —pregunto confuso el vocalista de Tokio Hotel.

—Sí, pero por alguna razón Steven quiso que mejor fuera acá, aunque no lo entiendo, le saldrá más caro ya que el estudio fotográfico le cobrará más caro el trasporte de los equipos, pero es el jefe y hay que obedecerle. —Bill asintió y suspiro resignado, aunque su corazón latía rápidamente, le vería después de toda esa semana sin hacerlo. 

—Está bien, entonces supongo que nos vemos mañana. 

—Sí lindo, mañana no vemos. —susurró David, pensó que el pelinegro no le escucharía, pero fue todo lo contrario.

—Bill, llámame Bill. —hablo demandante. 

—Sí, lo siento, —quería que la tierra lo tragase, lo abdujeran los aliens, no importaba el qué—  nos vemos mañana. —y colgó. 

~*~*~*~

Steven le acababa de decir a Andrew que al día siguiente irían Bill, Tom, Georg y Gustav a una sesión de fotos en su casa, y aunque el ojiazul estaba emocionado ya que volvería a ver a Bill, también estaba nervioso de tenerlo cerca y que las mariposas en su estomago solo se multiplicaran, en vez de desaparecer. 

—Papá, ¿pero por qué? ya tenía planes con los chicos, mañana vendrán a pasar un rato en la piscina. —se quejaba Andrew cuál adolescente al que le han arruinado los planes del fin de semana, diciéndole que iría a visitar a su abuela— ¿qué no pueden tomarse las estúpidas fotos en un estudio? 

—No, ya di la orden y será aquí, todo está listo. —dijo el rockstar seriamente, no tenía ganas de discutir con su hijo ese tema, además estaba haciendo lo mejor para él, algún día se lo agradecería. 

—¡Tú arruinas mi vida! —dijo Andrew melancólicamente. Todo eso de los planes con sus amigos era una vil mentira, pero no veía otra opción para hacer que su padre descendiera de llevar a Bill a su casa. 

—¡Oh sí, soy el peor padre del mundo! —contesto Steven fingiendo tristeza. 

—Lo bueno es que lo reconoces. —Andy giro los ojos, se veía tan tierno cuando hacia eso, o al menos eso pensaba Steven, le enternecía a sobremanera el hecho de ver a su pequeño niñito consentido evitando caer en las garras del amor. Toda una ternurita. 

—Como sea, la casa es demasiado grande Andy, diré que tomen las fotos lejos de la alberca para que no interrumpa tus importantes conversaciones con tus amigos. —hablo sarcásticamente. 

—¡No! —contesto Andy exaltado, pero al ver como lo volteaba a ver su padre, se dio cuenta de que había sido demasiado obvio al querer impedir que quitaran a Bill de su vista, sí, porque desde la alberca se podía ver al área en la que se tomarían las fotos. 

—¿Quién te entiende? ¿qué se tomen las fotos ahí o los muevo a otro sitio? —pregunto Steven divertido, lo había descubierto, se moría de ganas de ver a Bill, solo que era demasiado orgulloso como para reconocerlo. 

—Me da igual, haz lo que quieras. —contesto Andrew sintiéndose descubierto por su propio padre. Salió de la sala de estar en a que segundos antes se encontraba discutiendo con su padre y subió a su habitación. 

Tenía muchas cosas que hacer, como avisarle a sus amigos de la albercada improvisada que haría con ellos, y acomodar su ideas, planear algo para no querer besarlo cada que lo tuviera enfrente. 

Lo odiaba, lo odiaba, lo odiaba. Solo quería olvidar su nombre por unos segundos, olvidarse de esas molestas cuatro letras.

Bill…

Después de pensar en toda la tarde acerca de que haría al siguiente día al verlo en su casa, se le ocurrió únicamente solo una idea, había decidido solo lo ignorarlo, sí, eso era lo que tenía que hacer. 

Aunque era muy fácil pensarlo, pero con esa belleza andante llamada Bill Kaulitz sería todo un problema poner en marcha su plan, y que esté resultara exitoso. 

~*~*~*~

Había mucha gente corriendo de un lado para otro en el jardín de la casa Tyler. Todos transportando equipo de fotografía, cámaras, luces y computadoras,  empeñados en crear el set perfecto para que salieran fotos igual de perfectas y únicas. 

—¿Y ahora que mosca le pico a tu papá? Que yo recuerde nunca había traído a alguna banda a su casa, y menos a que se sacaran toda una sesión de fotos en su jardín. —dijo Christian, el amigo más intimo de Andrew. 

—No lo sé, creo que la vejez es la que hace que haga todas estás estupideces. —estupidez o no, Andy estaba muy en el fondo agradecido con su padre por haber llevado a Bill a su casa, lástima que los otros tres también irían, en especial Thomas. 

De pronto una gran camioneta color negra entró, haciéndose paso en medio del jardín. Los chicos que se encontraban ahí fruncieron el seño, querían ver de quién se trataba, ya que ellos aún no conocían a la nueva banda que Steven estaba lanzando al estrellato, lo único que sabían era que, según por palabras del mismo Andrew, eran unos pesados que se creían lo mejor del puto mundo. 

Andrew miraba el auto atentamente, ¡quería verlo ya! 

Tomó la limonada que estaba en una pequeña mesa a su derecha, y comenzó a beber de la bebida, esperando a que bajaran, pero nada. 

De repente las puertas de la camioneta se abrieron, los primero en bajar fueron Georg y Gustav, seguido de ellos, bajo Tom, que sostenía un bolso en su brazo. Andrew sonrió, ye tenía otra excusa para burlarse de él. Segundos después bajo Bill, y le dedico una gran sonrisa a Tom, tomo su bolso y le volvió a sonreír a modo de agradecimiento, Tom le sonrió de vuelta. 

Mientras tanto Andrew agonizaba en el camastro en el que se encontraba, Bill ni siquiera le había volteado a ver, y ahora se reía de quién sabe qué cosa le decía Tom al oído. 

Se puso sus gafas de sol, no quería que nadie viera cuán furioso estaba en esos momentos ¿quién se creía Bill para coquetear con Thomas de esa forma? ¿por qué mierda Tom trataba de quitarle lo que era suyo? pero no, Andrew sabía perfectamente que Bill en realidad no le pertenecía, y eso le ponía enfermo al pensar una cantidad injusta  y cruel para su mente de escenas en las que Bill y Tom se trataban más que como amigos. 

Miro a sus amigos, estos estaban cada uno en sus asuntos, Christian dormía cómodamente en su camastro, Ashley y Jake jugaban a ver quién de los dos aguantaba más tiempo debajo del agua, Jinxx escuchaba música mientras se perdía en sus pensamientos, y él, bueno, él se retorcía de los celos y solamente quería una excusa para ir a hablarle a Bill y de paso, alejarlo del gilipollas de Tom. 

De pronto vio que su papá hablaba con el fotógrafo, y este le explicaba algunas cosas acerca de cómo serían las fotos, segundos después llamarón a los chicos e hicieron lo mismo, diciéndoles donde debían posar y como, ya que era su primer sesión fotográfica. 

Andy trataba de no acercarse, pero simplemente Bill lo atraía como si de un imán se tratase, así que en contra de lo que pensaba, se paró de su camastro y se dirigió hacia donde estaba Steven, observando cada uno de los movimientos de los chicos que se encontraban posando para la cámara. Bill parecía todo un profesional, no había duda, el chico había nacido para brillar.  

Bill pudo observar como Andrew se acercaba a donde estaban, y decidió que sería bueno hacerlo enojar solo un poco.  

El vocalista de Tokio Hotel se veía espectacular, traía un pantalón blanco ceñido al cuerpo, que resaltaba su anatomía, junto a una camisa blanca con estampado y una chaqueta de cuero del mismo color, parecía un ángel, claro, que uno sexy y por el cual cualquiera estaría dispuesto a quebrantar los siete pecados capitales e irse al mismísimo infierno. 

Su maquillaje era perfecto, sus ojos habían sido resaltados con delineador y sombras negras, haciendo su mirada penetrante, y en sus labios habían puesto gloss, Andrew moría de ganas por saber a que sabían. 

—Bien, ahora les tomaré fotos a ustedes dos —dijo el fotógrafo, dirigiéndose a Tom y Bill. Georg y Gustav salieron de ahí y se fueron a refrescar un rato. —Ahora, quiero miradas llenas de pasión, me han dicho que entre ustedes dos hay mucha química, quiero que me la muestren. 

Bill y Tom estaban más que ruborizados. 

—No, nosotros solo somos amigos —hablo Bill, le dio una mirada rápida a Andrew y vio como esté estaba serio al lado de Steven, parecía que ni siquiera el sol lo calentaba— pero está bien, hagámoslo. 

Y dicho esto, el flash de la cámara se hizo notar y tanto Bill como Tom, empezaron a posar, cada vez se iban acercando más y más, y cuando veían que estaban demasiado cerca, comenzaban a reír cómplices y se separaban un poco. 

Steven observaba a su hijo, y luego a los chicos que se encontraban posando, no pudo evitar reír divertido, Andrew estaba celoso. 

—No sé porque trajiste a esos maricas a la casa, ¡míralos nada más!, Tom es un jodido aprovechado. —le decía Andy a su padre y este lo ignoraba olímpicamente. 

—Tranquilo, Bill no está interesado en Tom. —dijo tranquilo. 

—¿Qué? ¿cómo lo sabes? —pregunto rápidamente, dirigiendo su mirada a Steven— bueno, no es como si me importara, solo quiero saber.  —trató de restarle importancia. 

—Si fuera así, ya hubieran sido novios desde hace mucho, se nota que Thomas se muere de amor por él —hizo una pausa— además, Bill no deja de voltear para acá, y no creo que sea precisamente a mí a quién está viendo, soy demasiado grande para él. —dijo divertido, tratando de hacer que su hijo se relajara un poco. 

Andrew poso de nuevo su vista en Bill, y efectivamente, lo estaba viendo a él. Bill, al darse cuenta de que había sido descubierto viéndolo, volteó rápidamente hacia Tom y le dedico una gran sonrisa, el fotógrafo estaba más que encantado con esa parejita. 

—Esto es una mierda.

El ojiazul no lo soporto más y se fue de ahí, ante la atenta mirada del pelinegro. 

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